El poeta Manuel María en aquel momento no era miembro numerario en el pleno de la Real Academia Galega (RAG) sino "correspondente". Aún así, no dudó en renunciar cuando Xosé Luis Méndez Ferrín fue encarcelado. Vínculos de amistad más allá de los sillones. Consideró que la RAG no había apoyado en el mal trago al autor de Retorno a Tagen Ata.

La historia de la centenaria RAG tiene, como toda institución, luces y sombras. A lo largo de su historia pasaron diferentes sensibilidades del galleguismo, una pluralidad que el pleno actual pretende que siga existiendo, por el futuro de la institución y "polo ben da lingua e da cultura galega". Es por ello que académicos como Darío Xohán Cabana o Francisco Fernández Rei aseguraron esta semana que si Ferrín se iba en estas condiciones que ellos abandonarían su función en Tabernas. Manuel Rivas, por su parte, en su faceta de académico, expresó que habría que hacer una intentona lo más unitaria posible para que Ferrín agote su mandato, porque, de no ser así, dejaría una institución "ferida e dividida, nun pésimo clima para o traballo e a actividade".

Durante estos días en la trinchera, fueron muchas las voces que buscaron en la historia y en viejas rencillas los motivos, o uno de los motivos, de la prematura renuncia de Ferrín, porque realmente parecía no sentirse cómodo como líder de la RAG. Desde las declaraciones del secretario, Xosé Luis Axeitos, entraron en escena como dos bandos, el de Ferrín y, por otra parte, los académicos vinculados al ILG y al CCG, según las explicaciones de los protagonistas. A excepción de unos pocos del ILG más próximos a Ferrín, según indicaron sus fieles, algunas de las voces que hablaron esta semana acuñaron la expresión "novo piñeirismo" o "vella Galaxia", como si de una operación procedente del pasado para ganar terreno y poder se tratase.

Afinidades políticas

"Cando Ferrín foi elixido presidente, hai tres anos, gardáronse as navallas no peto", explicaban algunos. Otros comentaron que ya por aquel entonces había una intuición de que "a vella Galaxia" podría estar detrás del supuesto mal estar. No obstante, lo único que se pidió formalmente fueron unas cuentas de la institución en un pleno y una explicación sobre la contratación de familiares.

El piñeirismo, liderado por Ramón Piñeiro durante el Franquismo, luchó por "galeguizar á sociedade e crear unha conciencia de Galicia". Ya en el tardofranquismo, ideólogos e intelectuales fueron críticos con el grupo de Ramón Piñeiro y el representado por Galaxia. En el fondo, se movía una cuestión ideológica que hoy, en otro escenario, sale a flote. No solo por eso, sino por antiguas diferencias. La mayor parte de académicos asegura que hay que entender esta crisis desde la multicausalidad. Sea por afinidad con los grupos políticos del actual panorama gallego, sea por la postura firme con el recurso contra el decreto. "Cando se fala, por exemplo, de que non hai mulleres, pero é que iso é un problema de todas as academias e institucións que vén de antes. Ou, por exemplo, criticar o uso do Audi, no fondo con este coche afórranse cartos. ¿Quen veña, vai ir en bicibleta entón? ¿Ou van outros en bicicleta nestes momentos", comentaba una persona próxima al presidente en pleno huracán. Además, están las cuestiones de darle forma a la lengua, ¿quién es la autoridad ortográfica y normativa? Real Academia Galega, Instituto da Lingua Galega y Consello da Cultura Galega, nacidos en distintas etapas, están obligados a convivir.