-Algunos sectores piensan que usted puede ser la persona llamada a presidir la Real Academia Galega, con el apoyo del ILG, del Consello da Cultura Galega y del grupo Galaxia.

-Este es un mundo muy pequeño, en el que siempre se juega con muy pocos nombres. En los últimos años, da igual que se hable de la presidencia de la RAG, de la Secretaría Xeral de Política Lingüística que de las elecciones a rectorado de la Universidad de Santiago. Es casi inevitable que en una o en otra aparezca mi nombre. Y no porque yo hiciera nunca nada para optar a ninguno de estos puestos. En este momento soy presidenta del Instituto da Lingua Galega, cargo que no es compatible con la presidencia de la RAG, porque inevitablemente se produciría un conflicto de intereses. Yo termino ahora mi mandato y lo que me pide el cuerpo es dedicarme durante un tiempo a la docencia y a la investigación, fuera de cargos, porque llevo muchos años en esta doble vida. También soy vicepresidenta del Consello da Cultura Galega, en representación del ILG... Por lo tanto, no tengo ningún afán de ser presidente de la RAG. Yo he apoyado a Xosé Luís Méndez Ferrín.Para mí era un excelente presidente de la Real Academia Galega y por eso considero que debe agotar el mandato.