Con la lupa de las autoridades europeas apuntando sin tregua a las cuentas públicas, la evolución del déficit a final del cada trimestre sirve a modo de cuaderno de notas para diferenciar a los alumnos en progreso adecuado de aquellos que, como mínimo, necesitan mejorar. Esta vez España roza el aprobado, con un 6,74% de desfase en el conjunto de las administraciones sobre el Producto Interior Bruto (PIB) el pasado 2012, frente al 6,3% del objetivo marcado de la mano de Bruselas, precisamente. Y sin tener en cuenta las inyecciones de dinero público a la banca, que elevan el total al 9,99%. Por eso el ministro de Hacienda y Administraciones públicas apela al "esfuerzo" realizado en el ajuste, en comparación con el saldo negativo del ejercicio anterior, el de 2011, de un 8,96% -también sin la carga del respaldo al sector financiero- y que el propio Cristóbal Montoro califica de reducción "récord". Hasta 12 de las 17 comunidades logró quedarse por debajo del 1,5% marcado para ellas. Galicia incluida, que se sitúa como la sexta autonomía con menor déficit, un 1,19%, después de atajar sus necesidades de financiación alrededor de 260 millones. Facenda habla de "cerca de 300".

Porque eso es lo que hace el déficit. Una cantidad que recoge cuánto más se gasta sobre lo que un organismo ingresa, al margen del endeudamiento. Son alrededor de 670 millones de euros en el caso de Galicia, cuando al cierre de 2011 ascendían a 928,9 millones. La Consellería de Facenda presume de esa rebaja de cuatro décimas. "Así, se consolida como la comunidad de referencia en la estabilidad presupuestaria en los últimos años, ya que cumplió los objetivos de déficit en 2009 y en 2010, fue una de las de mejor comportamiento en 2011 y vuelve a cumplir en 2012", defiende el departamento que dirige Elena Muñoz a través de un comunicado. Su "compromiso" con la disciplina de las cuentas es "absoluto" para "poder seguir atendiendo sus compromisos de pago y mantener la autonomía financiera de la comunidad".

De los 70.822 millones de euros con los que acabó el déficit público el pasado año, algo más de 18.000 millones de euros corresponden a las regiones, con un descenso del 3,31% al 1,73%. "Un gran esfuerzo", insistía ayer Montoro en la presentación de los datos de ejecución presupuestaria. Eso sí, "unas más y otras menos". "Ahí tienen los valores de punto de partida y lo valores de llegada, y hay comunidades que han hecho un esfuerzo descomunal", sostiene el ministro.

A la cabeza se pone Extremadura, que superó el 4,7% sobre el PIB en 2011 y acabó este último ejercicio en el 0,69%. Le siguen Asturias y La Rioja, ambas con un 1,04%; un 1,07% Madrid y un 1,13% Cantabria, que rozó el 3,5% hace dos años. Por detrás de Galicia, figuran Canarias (1,23%), Navarra (1,34%), País Vasco (1,39%), Castilla y León (1,4%), Aragón (1,47%) y Castilla-La Mancha, en donde el desfase quedó en el 1,53% -aunque tres centésimas más que el techo impuesto, Hacienda sostiene que, según un acuerdo del Consejo de Política Fiscal, se considera entre los límites permitidos- después de que en 2011 llegara al 7,87%.

El déficit en concreto de la Administración central fue de 40.309 millones, el equivalente al 3,83% del PIB, después de un recorte de más de dos puntos y medio en 2012 y tres décimas menos de lo previsto inicialmente. El conjunto de las entidades locales consiguieron mantenerse también en el límite -un 0,21% para ayuntamientos y diputaciones-, con un 0,20% de números rojos sobre el PIB, cuando hace un año estaban en el 0,45%.

104.000 millones

Pero a todo esto hay que sumar los más de 34.000 millones de euros aportados a las entidades financieras con problemas y la Sareb, encargada de la gestión de su lastre del ladrillo, y que representan 3,25 puntos más en el desajuste presupuestario, hasta el 9,99%. Más de 104.000 millones de euros.

A la espera de que Eurostat valide los datos, algo de lo que Montoro está seguro, el ministro destaca que España "es un país capaz de sacrificarse y superar la situación más difícil" en un contexto económico "muy complejo". "El Gobierno no va a tomar más medidas que agudicen la recesión", asegura. Éste es el camino que "apunta hacia la salida de la crisis". El titular de Hacienda no quiso entrar en la posible relajación de los objetivos de déficit por parte de Bruselas. Un 4,5% en 2013 y un 2,8% en 2014. Lo que hay es esto. "Lo demás -dice Montoro- es un ya veremos".