El hastío de los afectados por las preferentes de Novagalicia se trasladó ayer a otros tres plenos municipales, los tres en las provincia de Pontevedra. Las protestas provocaron la suspensión de las sesiones plenarias en los concellos de Nigrán y Redondela y derivaron en un forcejeo con la Guardia Civil en Mos cuando varias personas intentaban bloquear un coche con concejales del PP, aunque el pleno se pudo celebrar en su integridad. Con los de ayer, ya son cinco las sesiones municipales que se tuvieron que suspender en los últimos días -Oia, O Porriño y As Neves fueron los primeros-.

En Nigrán, los afectados accedieron al salón de plenos aunque estuvieron muy vigilados. Exigieron más colaboración y culparon al PP de engañarles. Durante 45 minutos se registró un tenso diálogo que no llegó a ninguna parte. Los ahorradores exigieron a los políticos un paso más al frente, pero al no encontrar eco a sus reivindicaciones por parte del Gobierno local, del PP, los afectados advirtieron con endurecer sus protestas. Uno de los portavoces, Xulio Vicente, vaticinó que alcaldes y concejales "acabarán con escolta, como en el País Vasco". Llegado esto, el regidor, Alberto Valverde, respondió que no iba a aceptar amenazas y suspendió el pleno.

En Mos, sí se pudo celebrar debido al fuerte dispositivo policial. Pero hubo forcejeos y empujones con la Guardia Civil cuando algunos afectados intentaron bloquear un coche en el que iban varios concejales del PP tras concluir el pleno.

En Redondela, medio centenar de ahorradores por las preferentes llenaron el salón de plenos media hora antes de su inicio. Una vez completado el aforo de la sala, la Policía Local impidió el paso de más público, por lo que una veintena de personas se quedaron fuera de la Casa Consistorial. Sin embargo la sesión no se llegó a celebrar. Las consignas, silbidos y pitos hicieron imposible su desarrollo. Tras diez minutos, el alcalde popular, Javier Bas, reunió a los portavoces de los grupos y decidió levantar la sesión.

Ante estas protestas, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, culpó al PSOE de "utilizar el dolor de las familias" para intentar crispar la situación política cuando fue un gobierno socialista, dijo, el que creó el problema de las preferentes.