"Tenemos que conseguir el objetivo, para ello, tienen que implicarse todos, sin excepciones, aquellos empleados que no colaboren necesito saberlo". Así reza uno de los correos enviados por directivos de la antigua Caixa Galicia en su estrategia para 'colocar' participaciones preferentes y subordinadas, productos en los que ahora los clientes tienen atrapados sus ahorros, ahorros que además sufrirán una quita impuesta desde Bruselas. La Cadena Ser revelaba ayer la existencia de nuevos correos electrónicos enviados por Caixa Galicia y que evidencian de nuevo la campaña de la entidad para vender cuantas más preferentes mejor.

Un día después de desvelar los primeros correos electrónicos, en los que se instaba a la plantilla, si quería "formar parte de la caja y su futuro", a vender este producto híbrido, aparecen nuevos comunicaciones internas de directivos territoriales de Caixa Galicia a responsables de sucursales pidiendo los nombres de "aquellos empleados que no colaboren" y como fruto de la presión empiezan a pedirse datos: "Mañana voy a pedir datos a primera hora y también a media mañana, porque así nos lo exigen".La Cadena Ser, a preguntas de este diario, atribuyó a Caixa Galicia los correo de los que se hacía eco ayer.

La emisora también informó de que se fijaron objetivos y se advertía de que había oficinas que estaban "por debajo del 70% de los marcados" y que la orden dada desde arriba era "colocar preferentes en pequeñas cantidades y a muchos ahorradores". En el programa Hora 25, se contó que la mayoría de los correos fueron enviados entre marzo y abril de 2009 y eran de Caixa Galicia, pero también había "alguno de Caixanova del año 2003", donde a los empleados se les ofrecía como argumentario a los clientes a los que se ofrecían las preferentes que "en quince días" podrían recuperar el dinero.

La revelación de la presión a los empleados para vender preferentes no sorprendió ayer a los clientes afectados, que saben que "hay trabajadores que compraron este producto, incluso para cumplir objetivos, y que se las vendieron incluso a sus parientes, y ahora sufren por ello crisis familiares". Javier Novo, portavoz de la plataforma de afectados de Lugo, denunció ayer "un movimiento orquestado desde las dos cajas para hacerse con el ahorro" de los gallegos.

Clodomiro Montero, representante de la CIG en NCG Banco, por su parte, denunció ayer que directivos de las dos cajas "presionaron" a los empleados para colocar preferentes y todos siguen trabajando en la entidad financiera, pese a los ERES del banco, y sin embargo, buena parte de los empleados ya están fuera o a punto de ser despedidos.

Retirada de medalla a Gayoso

Al margen de esta polémica, los afectados de preferentes continúan con su ofensiva para que les devuelvnan sus ahorros. Ayer los coordinadores de la Plataforma de Vigo y la del Val Miñor se reunieron con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al que solicitaron ayuda. También le solicitaron la retirada de la Medalla de Oro de la ciudad de Vigo a Julio Fernández Gayoso, pues bajo su gestión al frente de Caixanova se fraguó, en su opinión, "la estafa" de las preferentes en la caja del sur.

El regidor anunció a los periodistas tras la reunión que reclamará a la Xunta y al FROB que expliquen en qué situación se encuentran los arbitrajes de los afectados de la ciudad. También brindó "cooperación y asistencia jurídica" de los letrados municipales y un local con capacidad para 200 personas en el Centro Cívico de Teis para que puedan reunirse los afectados.

En Gondomar, una treintena de afectados iniciaron la jornada con una pitada en las dependencias municipales con el objetivo de paralizar la actividad administrativa. La manifestación continuó por las calles del centro urbano, donde los damnificados de la entidad interrumpieron el tráfico realizando "paseos" por diversos pasos de peatones, obstaculizando el paso a los vehículos que se dirigían a otros municipios de la comarca del Val Miñor, a Vigo , a Porriño o a Tui.

El ruido ensordecedor de los silbatos sirvió de banda sonora de las calles del centro urbano durante más de tres horas, desde las diez hasta pasada la una de la tarde. Los manifestantes se trasladaban cada cinco minutos a un paso de cebra diferente, dificultando así la circulación y generando malestar incluso entre alguno de los conductores a los que impedían el paso. "Sentimos mucho causar molestias pero solo queremos demostrar que no vamos a parar hasta conseguir que nos devuelvan nuestro dinero a todos, absolutamente a todos", explicaban durante la movilización.

De los 400 afectados por preferentes o subordinadas del municipio, solo 70 han recuperado su dinero a través del arbitraje y los ahorradores pretenden que se acelere el proceso. "No nos vamos a cansar de protestar hasta que cobre todo el mundo y vamos a hacer más ruído", advertían.