Los inocentes no necesitan justificarse, pero ayer más de un centenar de afectados por las preferentes que tomaron el ayuntamiento de Pontevedra se sentían en la necesidad de hacerlo. Una madre que se siente culpable "porque enviudé joven y el dinero que nos dejó mi marido lo metí en la caja para mis hijos". "¡Qué iba a saber yo que iban a estar en preferentes!", lamenta. Un jubilado que insiste en que no es un especulador. "Ya me dirá -critica-, con un interés del 2,5%...". Un albañil desempleado, desde la emigración, para él "era importante" que su dinero "estuviese en una caja gallega". Historias muy parecidas a las que llevan contando este largo año de calvario otros afectados de toda Galicia. Ayer estos eran los protagonistas del encierro simbólico en el consistorio pontevedrés. El primero de las ciudades grandes que vive un acto así. Como ya viven en O Rosal y Gondomar, o en sucursales de O Morrazo, o un local de vecinos en Ferrol.

Con el mismo objetivo, el de reclamar sus ahorros para "no perder la mitad de nuestro dinero", un grupo de afectados se concentró por la tarde ante la vivienda que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene frente a la playa de Silgar, en Sanxenxo, y en la que estuvo la pasada Nochebuena. Quieren la implicación de los políticos en buscar una solución. Por eso la plataforma de O Salnés anuncia su intención de trasladarles a los dirigentes de los partidos las protestas "para que se posicionen ante la mayor estafa de la banca".

En A Coruña, la convocatoria llegó a la sede social y principal oficina. Las instalaciones tuvieron que ser cerradas ante el temor de que pudiesen iniciar un encierro. "No queríamos quedarnos", asegura la portavoz de la agrupación de afectados en la ciudad, Ana Cedeira. Las amenazas de algunos de ellos de permanecer en el edificio era, según Cedeira, "una inocentada". "Pero la inocentada nos la hicieron a nosotros. Somos unos pobres inocentes y lo cierto es que muchos ya están dispuestos a encerrarse", asegura.

Una jornada más, la sede principal, la de Vigo, vivió también una concentración de los ahorradores vigueses, que estuvieron prácticamente toda la mañana a la puerta con sus peticiones en grito, ataviados alguno de ellos con trajes de Papa Noel.

En Santiago, la plataforma mantuvo un encuentro con el alcalde, Ángel Currás, al que acusan de "posicionarse al lado de los bancos y los estafadores". "No asume ninguna de las peticiones realizadas por los santiagueses estafados por las antiguas cajas gallegas", se quejaba Xosé Palacios, su portavoz, después del encuentro con el regidor, al que le reclamaron que contactara con el Gobierno para evitar la quita y el canje por acciones.