Muy de fondo, el cántico de los números de la lotería de Navidad que llega desde cafeterías y comercios esta vez es incapaz de alcanzar las calles del centro de Vigo, inundadas por la sonora pitada y las consignas de rabia de los afectados por las preferentes y la deuda subordinada. Unos 1.500 ayer, según la organización de la enésima protesta que les reúne en este largo año de calvario y tras una de las peores semanas en la reestructuración financiera, con la confirmación de que la quita impuesta por Bruselas está a la vuelta de la esquina. "Nuestros millones son nuestros ahorros, los que nos han estafado", se queja uno de los manifestantes desde la pancarta de cabecera. Ante el irremediable reparto de cargas en el rescate a Novagalicia, y la advertencia de Joaquín Almunia, comisario de la Competencia, de que con el dinero europeo no se podrá compensar ni a los "engañados", las plataformas que representan a los más de 40.000 tenedores de estos complejos productos reclaman al Gobierno la creación de "un fondo de resarcimiento" que garantice recursos para afrontar las devoluciones.

"No es una petición, es una exigencia", insiste José Manuel Estévez, portavoz en el colectivo en Vigo, desde el manifiesto con el que se cerraba la convocatoria. Las plataformas apuestan por un fondo de inversión "donde el propio pueblo" pueda depositar sus ahorros, "con intereses estables" y el respaldo de la Administración, o incluso que el Tesoro lance una emisión con tipos también "atractivos y seguros" para así "recabar el capital necesario". "Y a continuación -añaden-, imponer y exigir a los verdaderos responsables las multas y sanciones que permita la ley".

Uno de los momentos más intensos del recorrido por toda la arteria comercial de la ciudad se vivió delante de la sede de la consultora PricewaterhouseCoopers, contratada por NCG para cribar los casos que van a Consumo. "Se ha ralentizado muchísimo", asegura Estévez. De ahí que los afectados insten al FROB a "asumir el proceso" y se encargue de revisar cada una de las personas con preferentes y subordinadas. "Que es el dueño del banco, no el señor Castellano", destaca el portavoz vigués. "

Miguel y Cándida son un matrimonio de Vigo que el pasado día 13 recuperó gracias a un laudo arbitral los 14.000 euros de un plan de pensiones que tenían en preferentes "y no en un plazo fijo, como nos habían dicho". Pero su pesadilla está lejos de acabar. La pareja acumula otros 12.000 euros en emisiones de subordinadas. "Los ahorros de toda nuestra vida. Nos sentimos estafados", lamenta Miguel. "Yo entregué el dinero -avisa su mujer- y quiero que me devuelvan el dinero".

Porque la inquietud de muchos de ellos ahora, además del descuento de entre un 30% y un 70% que, según el Banco de España, se aplicará en función de los intereses recogidos en el cupón y la fecha de vencimiento del producto, apunta a las acciones de NCG que recibirán en el canje. Sin liquidez. El ministro de Economía busca fórmulas para dársela. Y la réplica a Luis de Guindos llegó desde las versiones de villancicos, adaptados a su problema, que los afectados de Vigo, Val Miñor, Morrazo, Ourense, Marín, Pontevedra, norte de Arousa, Costa da Morte, Carballo y A Coruña repartieron en su protesta. "Dinero sí, acciones no", avisan.

En 2003, Mercedes y Luis, que vienen desde Rianxo, contrataron un plazo fijo para los 45.000 euros que lograron ahorrar como emigrantes en Suiza. "Y luego nos enteramos de que estaban en las preferentes", cuenta ella. "Lo peor es que en 2005 le hicieron lo mismo a nuestro hijo -señala- con sus ahorros". Unos 9.000 euros. "Él ha tenido que emigrar ahora, a Londres, con 21 años. Éste es un país de mierda donde pasan estas cosas", critica, con la voz entrecortada. El arbitraje también les permitió a ellos recuperar el dinero. "Pero no nos quedaremos en casa hasta que al último de los afectados les devuelvan el último euro", dicen los dos a la vez.

El mensaje que se repite entre los manifestantes. Que seguirán. Las plataformas agradecieron la presencia en la manifestación de miembros del PSdeG, AGE, UPyD y Unión Comunista, a los que pidieron "ir más allá de ideas" para presionar al Gobierno. "Suplicamos como humanos -resumen- y exigimos como votantes".