La primera sesión de control del gobierno gallego después de las elecciones amanecía hoy en Santiago marcado por el desencuentro entre los grupos presentes en el hemiciclo de O Hórreo. Cerca del medidodía, desde la balconada de invitados del Parlamento, un grupo de afectados por las preferentes, invitados por el PSOE, interrumpía la sesión entre gritos e improperios dirigidos a los políticos que a esas horas ocupaban sus escaños.

"Va a haber sangre. No me importa sacar una escopeta para dispararos a todos". Así se dirigía uno de los presentes en la grada de invitados, quien confesaba haber perdido 60.000 euros en la compra de acciones preferentes y que cerca de diez minutos antes de su desalojo -normalmente el desalojo se produce en minutos- se dedicaron a increpar al conselleiro de Economía, Francisco Conde, que en ese momento tenía la palabra en el atril de autoridades.

El presidente circunstancial de la cámara, ante la ausencia de Pilar Rojo, decidió entonces suspender el pleno durante 10 minutos, instante que diputados de BNG y AGE, entre ellos Xosé Manuel Beiras, se acercaron hasta las puertas del edificio situado en O Hórreo para conocer la historia de los afectados a los que la policía encargada de la seguridad del edificio reclamaba sus carnés de identidad para proceder a su identificación.