El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado por terrorismo a cinco vigueses acusados de la colocación de tres artefactos explosivos en los repetidores analógicos de radio, televisión y telefonía en el monte Sampaio (Vigo) -junto al depósito de agua de la ciudad-, dos de los cuales fueron desactivados por la Policía Nacional el pasado 6 de agosto.

El magistrado imputa a Xurxo Rodríguez Oliveira, Diego Santín Montero y Héctor José Naya Gil, "Koala", los delitos de pertenencia a organización terrorista (Resistencia Galega) y colocación de explosivos terroristas, penados con condenas de entre 6 y 12 años de prisión. Procesa también a Artur Rodríguez Olveira y Noa González Pérez, hermano y novia de Xurxo, por encubrimiento de terrorismo ya que fueron sorprendidos cuando retiraban un ordenador, varios pasamontañas y bombonas de gas de casa del detenido antes de que comenzara el registro del domicilio.

El juez mantiene la situación de prisión provisional sin posibilidad de fianza para Xurxo y Diego al constatar un "riesgo fundado de sustracción a la acción de la justicia", ante el "evidente" nivel de organización de la banda para facilitar su huida y por la peligrosidad criminal de las acciones y atentados contra personas que desarrollaban y pretendían ejecutar. En tal sentido destaca que los cabecillas de Resistencia Galega, Antón García Matos y Asunción Losada Camba, permanecen fugados. No obstante, a "Koala" le impone una fianza de 6.000 euros para eludir la cárcel, si bien le obliga a entregar su pasaporte y comparecer cada quince días en el juzgado.

Velasco relata en su auto que en la madrugada del pasado 6 de agosto explotó en el recinto de repetidores del monte de Sampaio un artefacto que ocasionó daños por valor de 7.300 euros. Atribuye su colocación a Rodríguez Oliveira y Héctor José Naya, mientras que Santín colaboró con ellos en la fabricación de las bombas y les prestó su coche para los desplazamientos.

El magistrado sostiene que Resistencia Galega busca la independencia de esta comunidad a través de la "violencia revolucionaria", como "heredera" del extinto grupo terrorista Exército Guerrilleiro do Povo Galego Ceive. Velasco indica que Resistencia Galega está conformada por dos estructuras, una "ilegal" y "clandestina" -responsable de la mayoría de los atentados terroristas con temporizadores- y otra "legal" formada por organizaciones que dinamizan la estructura del aparato clandestino en la que están Ceivar, AMI, Espaço Irmandinho y Amal, que se en su opinión se encargarían también de algunos sabotajes.