La tan discutida austeridad en el ruedo político sirvió también de puertas para dentro, en los hogares, como remedio para aguantar los primeros golpes de la profunda recesión, que a punto está de iniciar su quinto ejercicio de ajustes y parón de la actividad. Una crisis sin final a corto plazo, que apenas deja margen a estas alturas en la contención del consumo. Vamos, que ya no llega con apretar el bolsillo y hay que tirar de la hucha para aguantar. ¿Cuánto? Unos 1.100 millones al año, o, lo que es lo mismo, por encima de los tres millones al día, que consumen de sus ahorros las familias gallegas, ante la caída constante, y cada vez mayor, de los ingresos. La economía doméstica exprime las reservas.

El ahorro bruto por hogar en la comunidad, la diferencia entre la renta disponible y lo que absorben los gastos habituales para mantenerse, rondaba tan solo el 10% al cierre del pasado 2011, según un estudio que acaba de publicar el Gabinete de Economía Regional de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) y que está firmado por el economista Pablo Alcaide Guindo. Es decir, que por cada 100 euros que entraba en una vivienda en Galicia el pasado ejercicio, 90 tenían un destino obligado, y el resto podían destinarse de refuerzo por si las cosas se ponen peor todavía. En 2008, cuando empezaron los problemas en la economía, la tasa rozaba el 12,7%.

Aunque pudiera parecer un descenso no demasiado brusco, esos dos puntos en la capacidad para ahorrar que se perdieron con la crisis representan al cabo del año 400 euros. De media, como apunta el análisis de Funcas, el presupuesto familiar en Galicia en 2008 reservaba 1.848 euros, frente a los 1.444 a los que asciende el ahorro tres años después. Una caída del 21,86%, ligeramente por debajo del conjunto del Estado, donde disminuye el 23%.

Las variaciones más duras para la economía doméstica se dan en Cataluña, donde el ahorro se desploma por encima del 30%, junto con Canarias (26,36%), País Vasco (25,73%) y Castilla-La Mancha (24,16%). A continuación figuran Navarra, donde la caída escala el 23%; y Extremadura y Aragón, ambas alrededor del 22,6%.

Tras Galicia están Murcia (21,79%) y Castilla y León (21,74%). En Baleares el recorte supera el 21%; el 20,9% en Comunidad Valenciana; en Andalucía se sitúa en el 20,7%; y en Cantabria, en el 20%. Las regiones que experimentan un menor descenso y, por lo tanto, la resistencia de las familias aguanta mejor, son Madrid (19%), Melilla (18,2%), La Rioja (16,2%), Ceuta (13,8%) y, sobre todo, Asturias (11,65%).

Y en volumen total, esta evolución entre los particulares de la capacidad de guardar parte de lo que se gana, ¿a cuánto asciende? Los más de 5.060 millones de euros ahorrados en 2008 en los hogares gallegos caen hasta los 3.944 millones de 2011, esos más de 1.100 millones de euros -concretamente, 1.116- que lo crisis se llevó por delante el pasado año, la vuelta a la recesión.

"Las familias españolas, ante la dureza de la crisis, realizaron en un primer momento un esfuerzo importante en la reducción de su consumo, lo que propició una ganancia considerable de su cuota de ahorro que no se pudo conservar ante la persistencia de la recesión, la cada vez mayor pérdida de empleo y el agotamiento de las prestaciones por desempleo, y las subidas de impuestos", argumenta Alcaide.

La futura actualización de las estadísticas no traerá un cambio de tendencia. Ni mucho menos. "Las previsiones del comportamiento del ahorro interior bruto para este año siguen siendo negativas -continúa el estudio de Funcas-, con una pérdida de más de medio punto porcentual en la cuota de ahorro sobre el producto interior bruto, aun a pesar de todos los recortes, y un descenso en casi dos puntos porcentuales en la cuota de ahorro familiar. "