Los activos tóxicos de la banca española con problemas, y especialmente la nacionalizada por el Estado, crearán una nueva entidad con unos 60.000 millones de euros por volumen de activos. Se trata del banco malo (o Sareb, como se ha rebautizado), al que Novagalicia Banco transferirá activos por valor de 7.200 millones, tal y como adelantó FARO. Así lo confirmó ayer el presidente del Fondo Bancario (FROB), Fernando Restoy, en una comparecencia en la que perfiló, finalmente, cómo funcionará este recipiente de los vestigios financieros de la burbuja inmobilaria.

En concreto, la entidad que preside José María Castellano aportará 6.000 millones en préstamos concedidos a promotores y constructoras, algo más del 13% de su cartera crediticia (de 45.169 millones). También transferirá 1.200 millones de adjudicados: viviendas, solares, promociones a medio hacer... de las que NCG Banco se adueñó ante el impago de sus clientes. A 30 de junio, los adjudicados tenían un valor neto contable de 2.583 millones.

Este proceso, que supondrá en primer lugar un adelgazamiento del banco (su tamaño se asemejará, precisamente, al del banco malo), reducirá en unos 500 millones sus necesidades de capital. La auditora Oliver Wyman las elevó hasta los 7.176 millones de euros, y en su diagnóstico pesaba de modo considerable la exposición al ladrillo. En el escenario más probable, por ejemplo, estimaba unas pérdidas de 5.651 millones en dos años por la inversión crediticia en empresas promotoras y por los activos adjudicados en pago de deudas. En contraposición, el análisis estimaba que podría hacer frente por sus propios medios (sobre todo por las provisiones) a 5.173 millones en el mejor de los casos.

Pero el valor neto contable de los activos que aporta Novagalicia solo servirá como referencia y solo para aplicarle una quita. Ésta será, de media, del 63%, aunque dependerá del tipo de activo. Para un préstamo promotor concedido a la compra de suelo, el descuento en su valor será del 56,6%. Para los créditos promotores a una vivienda terminada, el recorte se quedará en el 45,6%.

El grueso de las quitas, como era de prever, es para los inmuebles y solares que contaminan los balances de la banca. El límite para transferirlos es que superen los 100.000 euros (250.000 para los préstamos a promotor). El suelo tendrá una quita de casi el 80%, acorde con la depreciación de su valor por el estallido de la burbuja y el estancamiento del mercado de vivienda nueva. A las promociones en curso (no terminadas) se les impondrá una quita del 63,2%, mientras que ésta ascenderá al 54,2% para la vivienda nueva que nunca se vendió.

Novagalicia será la tercera entidad que más activos aporte al banco malo, por detrás de Bankia (24.800 millones) y Catalunya Banc (9.300 millones). Banco de Valencia traspasará otros 2.800 millones. En total, 40.000 que aportan solo las entidades intervenidas y a la espera de que otros grupos que vayan a necesitar ayuda traspasen otros 15.000 millones más.