El candidato del PSdeG, Pachi Vázquez, había confiado en que el PP perdería la mayoría absoluta a causa de los recortes de los gobiernos de Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo, aunque siempre sostuvo, al menos en público, que las elecciones se dirimirían por "un puñado de votos".

"Os lo digo de corazón: va a pasar, vamos a gobernar este país", había señalado Pachi Vázquez en el mitin de cierre de campaña en Santiago, si bien en varias ocasiones manifestó su convencimiento de que los comicios se resolverían de forma ajustada e insistió en que había posibilidades reales de cambio.

No ocultó durante toda la campaña la posibilidad de tener que pactar con otros partidos para acceder a la Presidencia y puntualizó en cada entrevista, en respuesta a la estrategia del PP, que los gobiernos los forman los ciudadanos con su voto y que las coaliciones "son normales" en toda Europa.

Hombre vehemente y muy cercano de trato, Pachi Vázquez dejó algunos de los titulares de la legislatura, al asegurar a su comienzo que no daría tregua al presidente de la Xunta "ni cien días ni cien minutos ni cien segundos" o que "Feijóo y el narcotráfico andan ahí-ahí", frase que pronunció al referirse a las sospechas sobre anomalías en las actividades privadas del titular de la Xunta.

Pachi Vázquez (Carballiño-Ourense, 1955) cuenta con una dilatada trayectoria política, desde concejal a alcalde durante doce años de su villa natal; diputado provincial y conselleiro de Medio Ambiente con el Gobierno de coalición de Emilio Pérez Touriño.

A causa de la dimisión de este último, tras obtener mayoría absoluta el PP de Alberto Núñez Feijóo hace casi cuatro años, Pachi Vázquez fue elegido secretario general del PSdeG en abril de 2009.

Desde entonces tuvo que hacer frente a algunos episodios internos, como su tira y afloja con miembros del sector crítico, o hacer valer su pretensión de que se cumpla su máxima "una persona un cargo" que lo llevó a un enfrentamiento dialéctico con el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

También mantuvo Pachi Vázquez diferencias con el portavoz parlamentario, Xaquín Fernández Leiceaga, a quien finalmente sustituyó en el cargo el diputado Abel Losada.

En marzo de este año, los descontentos con su gestión no lograron vencerle en el congreso socialista, que reeligió a Pachi Vázquez por un escaso margen de 33 votos frente a la otra candidata, la exministra de Agricultura Elena Espinosa, que entre otros apoyos recibió el del también exministro José Blanco.

Médico de profesión, dato que Vázquez ha destacado durante toda la campaña electoral para enfatizar su postura contra los recortes y simbolizar que a un enfermo de anemia no se le puede poner a dieta de adelgazamiento, sino recetar vitaminas, Pachi Vázquez se libró de las primarias de su partido a causa del adelanto electoral.

Frustradas las elecciones internas por lo ajustado del calendario, Pachi Vázquez fue aclamado candidato por el PSdeG, si bien previamente se había escenificado la pretensión de algunos dirigentes por concurrir como candidatos a la Xunta.

Así, el cabeza de lista por A Coruña, Francisco Caamaño, había expresado su predisposición a concurrir a las primarias, mientras en todos los mentideros se especulaba con la posibilidad de que el exministro de Fomento José Blanco también aspirase a este puesto de salida, como comentaron durante meses cargos del PSdeG, que lo animaban a presentarse.

En todo caso, tanto Caamaño como Blanco se pusieron a disposición del candidato Pachi Vázquez, y si bien Caamaño admitió que le hubiese gustado acudir a las primarias, una vez el anticipo electoral las impidió, desde el minuto uno hizo un llamamiento a la unidad y se puso a disposición del candidato.

Blanco, por su parte, quiso aclarar en un mitin en Foz que su única ambición era que Pachi Vázquez fuese presidente de la Xunta.

Durante toda la campaña electoral, Pachi Vázquez ha contado con el apoyo de todo el aparato del partido, incluido el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no se ha cansado de repetir que los comicios gallegos eran importantes para Galicia, pero también para el resto de España.

Numerosos dirigentes del PSOE presentaron estos comicios casi como un plebiscito a las políticas de recortes del PP.