Ante la demanda de la Asociación Eólica de Galicia (EGA), la Xunta ha decidido rebajar las cargas fiscales que tendrán que pagar los promotores por construir los parques de aerogeneradores. La propuesta de la Xunta consiste en modificar la base imponible del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, lo que supondrá una reducción muy significativa con respecto al importe del tributo establecido inicialmente, que rondaba los 44.000 euros por megavatio (algo más de un millón de euros por un parque medio). La inversión total necesaria para construir los parques ya no servirá para calcular el importe del tributo.

Al acuerdo se llegó en una reunión mantenida ayer en San Caetano en la que participaron el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, los conselleiros de Facenda, Elena Muñoz, y de Economía e Industria, Javier Guerra, y los directivos de EGA. La patronal había traslado en varias ocasiones a la Consellería de Industria que la aplicación del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales era un lastre para el despegue del concurso eólico, penalizado ya por la supresión -por parte del Gobierno central- de los incentivos a las energías renovables, las dificultades para obtener préstamos con los que financiar la construcción de los parques y sus planes industriales asociados y la falta de un marco retributivo para el sector eólico, en proceso de elaboración por parte del Ejecutivo central.

El único obstáculo para el concurso eólico competencia directa de la Xunta es el Impuesto de Transmisiones, que la Consellería de Facenda comenzó a aplicar este año. La patronal sostiene que en el pasado nunca se tributó por esta figura, al igual que tampoco se hace en el resto de España, y que no hay razón alguna para comenzar a hacerlo ahora, por lo que la práctica totalidad de los promotors afectados presentó recurso.

Frente al argumento de EGA de que los parques se levantan tras una "autorización administrativa" y que por ello no están sujetos al impuesto, la Xunta interpreta que son "concesiones" y que por tanto deben pagar por ello.

Esto supone el abono de unos 44.000 euros por megavatio en el momento en que el Gobierno gallego conceda la adjudicación definitiva -a punto de producirse-, porque se toma como base imponible el presupuesto de ejecución material de los proyectos. Sin embargo, ayer la Xunta se comprometió ante la patronal a utilizar como base imponible del tributo el "valor actual de mercado de las autorizaciones eólicas", una cantidad muy inferior a la inversión.

Así, este cambio supondrá una rebaja muy significativa en la carga fiscal de los parques, si bien el importe exacto tendrá que ser concretado "en breve" en una instrucción de la Consellería de Facenda. "Esta decisión, si bien no puede considerarse plenamente satisfactoria por el sector -que considera que las autorizaciones de los parques eólicos no están sujetas al Impuesto de Transmisiones-, se valora positivamente", opina la Asociación Eólica de Galicia.

En un comunicado remitido por EGA -que Economía dio por válido en todo su contenido-, se relata que Feijóo "garantizó" que resolverá todas las "trabas" que dependan de la Xunta y que defenderá al sector ante todo lo que competa al Gobierno central para que "recupere el liderazgo internacional y supere las dificultades actuales que sufre".

La patronal sostiene que el sector está realizando el "máximo esfuerzo" para que los parques autorizados del concurso eólico se encuentren "lo suficientemente maduros" de forma que en el momento en que el Gobierno central establezca un nuevo marco retributivo, "sean los primeros de España en ponerse en marcha".

La Asociación Eólica y la Xunta mantendrán una nueva reunión para resolver "el resto de los problemas pendientes que dificultan actualmente el desarrollo del sector".