Casi la mitad de los gallegos considera que los servicios y prestaciones sanitarias públicas se utilizan, "con cierta frecuencia", innecesariamente. Peor opinión tiene otro 23,13 por ciento de la población, que admite que "existe mucho abuso". Así lo constata el Barómetro Sanitario correspondiente a 2011 publicado por el Gobierno central. De hecho, Galicia destaca entre el resto de las comunidades por contar con el porcentaje más alto de personas que reconoce un frecuente uso innecesario de los recursos sanitarios públicos, con ocho puntos por encima de la media del Estado.

Pese a todo, los gallegos sobresalen también, paradójicamente, por una utilización más racional de las urgencias hospitalarias. Al menos los datos recopilados por el Ministerio de Sanidad confirman que la última vez que se vieron en una situación de emergencia, 58 de cada cien gallegos optó por acudir directamente al servicio de urgencias del hospital, una cifra que se queda bastante por debajo, a más de 17 puntos, del porcentaje registrado para España, del 75,57%. Además, en más de la mitad de los casos, alegan que lo hicieron porque su apuro no coincidía con el horario de su médico de cabecera.

Sanidad muestra también que el 32 por ciento de los ciudadanos entró a urgencias hospitalarias en Galicia enviado desde atención primaria, un porcentaje que destaca entre todas las comunidades y que llega a duplicar incluso los datos de Asturias o Baleares o triplicar los de Andalucía. En todo caso, con uno u otro origen, el 80% de los usuarios de este servicio destacaron la "rapidez" con la que fueron atendidos, un dato que solo comparten el 67% de los españoles.

Lo que sí tienen en común prácticamente todos los ciudadanos es su apuesta por la sanidad pública. Si tienen que escoger, la prefieren a la privada, sobre todo por sus medios, la capacitación de sus médicos y el trato personal. Galicia bate récords otra vez, en este caso entre los que optarían siempre por atención primaria pública: un 75,70%, el segundo porcentaje más alto de España, solo superado por Navarra. En el caso de los especialistas, únicamente los asturianos demuestran más entusiasmo, pero en urgencias e ingresos hospitalarios, la devoción de los gallegos por lo público la convierte en líder absoluta.

Con todo, preguntados por su satisfacción con el modo en que funciona el sistema sanitario, la nota que le ponen los gallegos al suyo es de 6,26 (sobre diez), un poco inferior a la media estatal, que alcanzó un 6,59, la calificación más alta de los últimos años, aunque hay que tener en cuenta que el informe se realizó antes de los recortes que afectaron a la sanidad. Con todo, el 45% de la población de la comunidad no cree que existan diferencias entre el sistema gallego y el de otras comunidades, pese a que un 27% defiende que recibe mejor servicio cuando la sanidad la gestiona su autonomía.

Vuelve a haber diferencias entre comunidades al analizar los envases de fármacos enteros que los ciudadanos guardan en casa. En España 23 de cada cien lo confiesa, mientras que en Galicia el porcentaje se reduce en dos puntos. Los catalanes son los únicos que conservan menos medicamentos. Eso sí, los gallegos tienen excusa, ya que alegan que lo hacen porque en el 55% de los casos les cambiaron el tratamiento, quince puntos más que la mediad estatal.

Respecto a las listas de espera, los encuestados aseguraron, en el 18% de los casos, que habían mejorado en el último año -es decir, con respecto a 2010-, pero para un 52% de los gallegos seguían igual (un 45% en el Estado).

El Barómetro también demuestra lo que algunos propietarios de locales se temían: un 17% de los gallegos declara que ya no va a bares ni a restaurantes porque está prohibido fumar en su interior.