La producción de vino experimentará este año un descenso de hasta un 30% en Galicia con respecto a la media de la última década. Las escasas precipitaciones de este invierno y las bajas temperaturas del verano son la principal causa de este fuerte descenso. Desde las denominaciones de origen advierten del contraste con 2011 cuando la climatología trajo a los viñedos gallegos una de las mejores cosechas de los últimos diez años. Pero si bien el pasado ejercicio el rendimiento fue espectacular no ocurrirá lo mismo en esta campaña. Así lo vaticinan desde los consejos reguladores gallegos que esperan iniciar la vendimia para el próximo 20 de septiembre, es decir, con un retraso de entre cinco y siete días.

En la zona del Ribeiro la producción bajará, según las previsiones, hasta los 10,6 millones de kilos, lo que supondría un descenso de un 30% con respecto a la media de los últimos diez años. En las Rías Baixas el descenso será de más del 25%. Este desplome en las dos denominaciones de origen con mayor volumen de producción de toda Galicia supondrá que cierren esta campaña con el peor balance de los últimos cinco años.

Mientras, en la Ribeira Sacra también constatan que habrá un descenso, aunque esperan que la caída de la producción sea menos significativa que en otras zonas de Galicia. En todo caso, desde el sector recalcan que los datos que manejan pueden variar en función de la climatología de los próximos días.

Si bien el descenso en la cosecha respecto a los últimos doce años gira en torno al 30% si lo comparamos con 2011, año con una elevada producción, la bajada supondría hasta un 50%. Los consejos de las cinco denominaciones de origen de Galicia €Rías Baixas, Ribeiro, Ribeira Sacra, Monterrei y Valdeorras€ coinciden en que la última campaña destacó, especialmente, por su "gran cosecha", muy superior a la media de los ejercicios anteriores. Sin duda, como consecuencia de una meteorología muy favorable que además adelantó la vendimia a principios de septiembre.

El consejo regulador de Rías Baixas calcula, tras las primeras consultas realizadas hace 20 días, que de la recolecta de este año se podrían extraer entre 15 y 20 millones de kilos, lo que supondría una reducción de prácticamente la mitad con respecto a la última temporada, en la que la producción ascendió a 42 millones de kilos.

Los cálculos realizados por los técnicos de la denominación de origen de Ribeiro apuntan a la misma tendencia, de manera que esperan "una cosecha pequeña" aunque la situación no les parece "preocupante" reconocen que podría caer la producción en un 45% respecto al año anterior.

Los bodegueros de Ribeira Sacra, por su parte, se muestran más optimistas y pese a que reconocen que habrá menos uva que los últimos años inciden en que la variedad de mencía con la que trabajan es muy constante por lo que, independientemente del tiempo, su comportamiento no suele variar. Aún así, el descenso en esta zona será del 30%.

Una de las razones de este desplome en la producción es que durante la pasada primavera €momento clave para el desarrollo de la fruta puesto que está en la fase de la purga€ las "temperaturas fueron más bajas y hubo un elevado grado de humedad" lo que "afectó al cuajado de la flor" y provocó la formación de "racimos muy irregulares" o "muy pequeños". Además, hasta fechas muy recientes las temperaturas han experimentado grandes altibajos, con nieblas y lluvias que contribuyeron al incremento de las plagas, otro condicionante decisivo. Por otro lado, la falta de precipitaciones de este invierno también afectó negativamente al rendimiento de las explotaciones vitivinícolas.

Otra de las consecuencias que acarrea esta adversa meteorología es que la recolección se retrasa en una semana, según el sector. Mientras el pasado ejercicio la vendimia se adelantó a principios de septiembre por la temprana maduración de la fruta, este año pasará todo lo contrario. Aún así las temperaturas de las próximas semanas serán decisivas y los productores no descartan que finalmente pueda adelantarse algún día la vendimia. El lunes empieza el proceso de maduración y será cuando los viticultores podrán determinar con mayor exactitud la evolución de la cosecha.

El empleo se reducirá y obligará a contratar a 500 jornaleros menos al día

Como causa directa de la reducción de hasta un 30% en la producción de la uva también descenderá el número de jornaleros que contratarán las bodegas para la temporada de vendimia. El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, afirma que "la caída importante de las cosechas" incidirá en que "baje la oferta de trabajo hasta en un 30%, o incluso más", según la zona.

García explica que para vendimiar cada hectárea hacen falta cerca de seis personas. El 60 por ciento del trabajo se cubre con personal propio, pero para el otro 40 por ciento se precisa contratar jornaleros.

La duración de la recolecta es de entre 10 y 12 días aunque no es una cifra exacta sino que depende del estado de maduración de la fruta.

Desde Unións Agrarias concluyen que en un año en el que el volumen productivo sea medio haría falta contratar a1.500 jornaleros por día.

Pero la cosecha de 2012 caerá hasta un 30 por ciento con respecto a la media de la última década, por lo que la contratación durante la recolecta podría reducirse aproximadamente en 500 empleos por cada día de vendimia.