Usar teja o pizarra, pintar la casa de blanco o revestirla de piedra, hacer un cierre metálico o de hormigón. Todo dependerá del paisaje de cada área. La Xunta está avanzando en delimitar las peculiaridades de cada zona. Es el paso previo a dictar las Directrices del Paisaje que serán de obligado cumplimiento en todo el territorio. Pero, entretanto no se culminan estos trabajos, la Consellería de Medio Ambiente lanzará ya este año un manual para que todas las actuaciones que se lleven a cabo en el rural se ajusten a unos parámetros paisajísticos. Se regularán materiales, formas y colores.

Aunque, en principio, la Xunta reconoce que no podrá forzar a nadie a asumir estas directrices, también advierten de que "preferentemente deben cumplirlas", puesto que más adelante se incorporarán a los planeamientos urbanísticos y a los demás instrumentos de ordenación del territorio, de manera que su incumplimiento sí podrá ser sancionado.

Según el director del Instituto de Estudos do Territorio, Manuel Borobio, su intención es introducir en la sociedad las normas sobre paisaje de forma "didáctica" antes que imponerlas para que así calen mejor en la población.

A finales de este año se tendrá listo este manual de buenas prácticas en el medio rural, junto con otro de directrices sobre las actuaciones que se desarrollen en playas y dunas. Además, Medio Ambiente trabaja en guías para la integración paisajística de instalaciones de energías limpias, como parques eólicos, de estaciones depuradoras y potabilizadoras de agua y centros comerciales.

De forma paralela a estos trabajos, la Xunta está delimitando los distintos tipos de paisaje que hay en Galicia. Para ello ha dividido la comunidad en 12 grandes áreas paisajísticas, que integran cada una a varias comarcas. Hasta la fecha ha conseguido identificar y definir el 26% del territorio gallego, un total de 780.000 hectáreas y su objetivo es que de aquí a final de año pueda elevar esta cifra en 290.000 hectáreas.

Tras delimitar las áreas se elaborará para cada una de ellas un catálogo con los elementos más destacados del paisaje. El pasado 2 de agosto se aprobó el primero, el de la comarca del Deza, donde ahora se fijarán las directrices para adecuar los núcleos y las edificaciones al entorno y que ya será de obligado cumplimiento.