Los comedores escolares no podrán aceptar el próximo curso a ningún niño más fuera de los ratios establecidos por la Xunta. La Consellería de Educación reconoce que a partir de septiembre aplicará con rigidez el límite fijado para cada comedor, después de que el pasado curso hubiera un "pequeño desfase" en cuanto a las plazas. Así, tal y como explican fuentes del departamento de Jesús Vázquez, "hubo colegios que aceptaron a más niños de lo permitido" y desde la consellería intentaron "adaptarse" y "hacer la vista gorda". Sin embargo, la Xunta avisó a los centros de que a partir de septiembre deberán ser estrictos y no admitir a ningún niño más de los permitidos. Desde Educación no dan cifras de a cuántos alumnos podrá afectar esta limitación, pero advierten de que no es "algo extendido".

Esta decisión afecta a los comedores gestionados por la Xunta, si bien en la mayoría de los colegios son las propias Asociaciones de Nais e Pais de Alumnos (ANPAs) las que ofrecen el servicio. En los comedores administrados por el Gobierno autonómico se fijan un cupo de plazas en función del espacio y del personal del centro. En el caso de que haya alumnos que usen transporte escolar, estos tendrán prioridad en el acceso al servicio, del que disfrutarán de forma gratuita. Las plazas que sobren se repartirán entre el resto de alumnos, que tendrán que abonar una cuota mensual. Según Educación, el curso pasado los centros dejaron entrar a más estudiantes de los permitidos y de ahí el "desfase".

Desde las Federaciones Provinciales de las ANPAs, sin embargo, denuncian que se están reduciendo las plazas en los comedores, al mismo tiempo que está disminuyendo la cuantía de las subvenciones de las que dependen estos servicios. El vicepresidente de la Federación Provincial de ANPAs de Lugo, Emilio Calvo, asegura que en el colegio de Xove (Lugo) descendió el ratio máximo de 250 comensales a 188 e, igualmente, en el colegio de Nois (Lugo) tenían un cupo de hasta 150 alumnos y ahora sólo podrán comer en el centro 141 niños.