Todos los emigrantes en Argentina que cobran pensiones o ayudas de sus países de origen recibieron su paga del mes de julio en pesos, la primera vez que se hace. El Gobierno de Cristina Fernández decidió asumir directamente el cambio y pagar las pensiones en la moneda local y no en dólares, como se hacía hasta ahora, con el objeto de bloquear las divisas de los particulares e ingresarlas en las arcas del Estado y así, al ser más fuerte el dólar, aumentar su capacidad para pagar la deuda externa. Esta medida afecta a cerca de 80.000 extranjeros, de los que 12.000 son gallegos, y la principal consecuencia es que el valor monetario de las pensiones, al pagarse en pesos argentinos, se rebaja en un 40 por ciento con respecto al cambio que obtenían los pensionistas en el mercado de divisas paralelo.

En la mayor parte de los casos, se trata de personas de edad muy avanzada, que se encuentran en una situación de precariedad económica y que ahora deben hacer frente a una reducción de su presupuesto, ante el aumento constante de precios de la cesta de la compra en Argentina debido a una inflación descontrolada.

La decisión del Gobierno argentino ha causado un gran malestar, tanto en la Defensoría del Pueblo argentina como en los representantes de la comunidad gallega en el país, que se han movilizado para que todos los afectados puedan seguir cobrando sus pensiones en dólares, como hasta el pasado mes.

Evaristo Oroña, natural de Vimianzo y representante de la Xunta en Buenos Aires durante el Gobierno de Pérez Touriño, ofrece asesoramiento y trámites gratuitos a aquellos jubilados gallegos dispuestos a presentar reclamaciones. Lo hace todos los miércoles por la tarde en las dependencias del club Estrella del Sud en la localidad bonaerense de Wilde, considerada por los vecinos como la capital de la “quinta provincia gallega”.

“Los ingresos trimestrales de un pensionista español en Argentina le permitían comprar el año pasado 81 kilos de carne o 600 litros de leche, pero hoy, con esos mismos ingresos y debido al cambio impuesto por el Gobierno argentino, compran 34 kilos de carne vacuna o 257 litros de leche”, ejemplifica Oroña.

Por si fuera poco, cada vez menos gallegos perciben ayudas. España asegura a sus pensionistas en Argentina unos ingresos mínimos de 2.000 pesos al mes (aproximadamente 350 euros), entre las prestaciones que reciben de ambos países, según el caso. Lo que está sucediendo es que las jubilaciones argentinas aumentan dos veces al año para compensar la altísima inflación y por lo tanto, cada año aumenta el número de pensionistas que dejan de estar en condiciones de optar a la prestación española, que no actualiza sus condiciones a los cambios monetarios que se dan en Argentina. “De seguir así, dentro de un año ningún español cobrará las ayudas”, asegura Evaristo Oroña.

El exrrepresentante de la Xunta en Argentina también denuncia recortes por parte de las autoridades autonómicas y estatales. “El gobierno de Galicia otorgaba hasta el año pasado una ayuda de 600 euros anuales a gallegos en situaciones especialmente precarias, con graves problemas de salud o económicos. Tras la reciente visita de Feijóo a Buenos Aires, muchas fueron denegadas o suprimidas”, asegura.

En el caso de la Consejería de Empleo y Seguridad Social, (que depende de la Embajada de España en Argentina), “han retirado el servicio de autobuses que facilitaba la gestión de los trámites de fe de vida, que se les reclama anualmente a los beneficiarios de las ayudas”, lo cual supone un grave trastorno para estas personas que tienen que contar con alguien que realice el papeleo en su lugar o que les ayude a desplazarse. “Incluso rechazaron una propuesta para acercar funcionarios de la Consejería a algunos ayuntamientos”, se lamenta Oroña.

El Defensor de la Tercera Edad de Buenos Aires, Eugenio Semino, recurrirá a la Justicia en agosto con todas las reclamaciones que recibe desde diferentes organismos y agrupaciones. La presidenta del Consejo de Residentes Españoles (CRE) en Buenos Aires, Maite Michelon Martínez, recoge y tramita en la Casa de Galicia recursos de afectados para presentarlos ante el Defensor: “No sabría decir cuántas reclamaciones he recibido. Unos días son cincuenta, otros sesenta y otros diez. Tratamos de ayudar a toda esta gente, que está en una situación de desesperación. Las autoridades españolas nos apoyan y estamos intentando que los pensionistas reciban el próximo pago en dólares”, declaró la presidenta del Consejo de Residentes en Buenos Aires.