Como ocurrió con la filial, la revisión de las cuentas de la matriz del grupo Banco Financiero y de Ahorros (BFA) para adecuarlas a la realidad del negocio y asumir las duras advertencias de los auditores acabó por disparar los números rojos del balance. En el caso de Bankia, los 300 millones de euros en beneficios declarados en 2011 acabaron en pérdidas de 2.979 millones tras el ajuste de los activos vinculados al ladrillo, la cartera de préstamos en general, participadas y créditos fiscales. El agujero en BFA llega a los 3.300 millones de euros, frente a los 30 inicialmente publicados al cierre del ejercicio. Esa cantidad es, además, el resultado atribuible, no el total de la sociedad consolidada €que tiene en cuenta el lastre posible del resto de participadas€ y que la notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no incluía ayer.

"El impacto de esta cantidad está incluido en el plan de saneamiento y recapitalización del grupo anunciado el pasado viernes €explica el comunicado€. De este modo, las pérdidas afloradas están completamente cubiertas por la inyección de capital que hará el Estado en BFA". El banco incluye en las pérdidas atribuibles los 1.561 millones de resultado negativo derivado de su 52,4% de las acciones de Bankia, además de una limpieza de activos fiscales por 1.565 millones y 86 millones más en las participadas, junto a los 358 millones del coste de los intereses del préstamo del FROB que ahora se transformará en capital.

Durante el consejo de administración estaba previsto, como también sucedió en Bankia, que la actual cúpula de BFA abandonara para facilitar la llegada de los consejeros independientes. Pero finalmente el relevo tendrá que esperar. La composición actual se mantiene hasta la formalizar la nacionalización, según la versión oficial.

Más explicaciones

Por tercer día consecutivo, la dirección de Bankia quiso dar explicaciones concretas sobre su plan de saneamiento a la vista de que la polémica por la enorme ayuda que necesita no se calma precisamente. Los mercados castigaron, y mucho, a la entidad, que llegó a perder en algún momento de la jornada bursátil casi un 29%. Finalmente, los títulos cerraron a 1,36 euros, un 13,38% por debajo del precio al que estaban antes de la suspensión el viernes y casi un 64% menos que en comparación con el estreno en el parqué en julio de 2011. La sesión fue tan loca para el valor que en la apertura, durante unos 20 minutos, la saturación de ofertas de venta y la desgana por comprar provocó una especie de parada técnica.

El efecto arrastre fue demoledor para el resto del sector. Sobre todo el Popular, que se dejó un 7,5%. El desplome en el Sabadell superó el 5,3%, un 5,09% en Caixabank, un 4,26% para Bankinter, un 3,39% el BBVA y un 3,23% el Santander.

El grupo fue todavía más allá ayer en la concreción del plan ante la CNMV para "proporcionar información adicional" que destacan "la singularidad de BFA-Bankia dentro del sector financiero español". Sus gestores no descartan "tener que asumir costes extraordinarios derivados del plan de saneamiento que se acuerde con las autoridades españolas y europeas en los próximos meses" para obtener su autorización al plan. Entre otros, los derivados de la intensa tijera que se avecina en la red comercial €Bruselas es especialmente dura con los requisitos de competencia para las entidades con respaldo público€ y, por lo tanto, en persona. La entidad suma además "posibles contingencias o saneamiento futuro no consideradas en el plan de saneamiento inicialmente propuesto", como el ajuste en el valor de "ciertos inmuebles" que ella misma usa en su día a día..

De ahí que la inyección esté pensada para no tocar los beneficios antes de provisiones estimados para los próximos tres años. BFA tiene "la intención de cumplir con suficiente antelación" las nuevas necesidades de capital que establecen las normativas españolas y comunitarias. Con la "previsible" participación "de control mayoritario" del Estado a través de la nacionalización, el Ministerio de Economía y el propio equipo directivo, comparten, según el grupo, "ponerlo en una senda de beneficios y rentabilidad sobre recursos propios crecientes en los próximos años de cara a permitir la venta de la participación del Estado en BFA-Bankia en las mejores condiciones".

El monstruo de las galletas, según el ´Financial´

Exagerado o no, lo cierto es que la comparación no puede ser más ilustrativa. Es lo que tiene Barrio Sésamo. Que se lo digan a todas las generaciones que han crecido con el popular programa de televisión. Por enseñanzas, que no quede, y según el Financial Times, Bankia viene siendo el famoso Triki, más conocido como el monstruo de las galletas.

El rotativo británico comparado la situación de Bankia tras la inyección de 19.000 millones de capital con un diálogo entre dos de sus personajes más conocidos, el conde €el papel que reserva para el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi€ y el monstruo de las galletas, bajo el que se esconde en esta curiosa revisión el nuevo máximo responsable de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri. El conde quiere contar galletas, los activos bancarios, y el monstruo se los quiere comer. Al final, encuentran una forma de cooperar, el conde cuenta mientras el monstruo se los come, que no es otra cosa que una metáfora sobre la forma en la que el Gobierno inyectará capital en Bankia, a base de deuda pública.