El incendio que devoró el corazón de las Fragas do Eume hace mes y medio fue fortuito. La investigación de los agentes del Seprona de la Guardia Civil de Galicia descarta la hipótesis por la que se inclinaba la Xunta a las pocas horas de que las llamas asolasen el parque natural eumés: que el fuego había sido intencionado y que se habían detectado al menos tres focos. Ni fue provocado ni se produjo en varios puntos. El informe que está a punto de cerrar el Seprona no aprecia signo alguno de intencionalidad en el incendio de las Fragas y concluye que las llamas comenzaron en un único punto, en un monte conocido como Pena do Crego, en el municipio de A Capela. Tras más de medio y medio recabando datos y testimonios, todos los indicios apuntan a un episodio accidental €al parecer una colilla mal apagada€ como causante del fuego que calcinó más de 750 hectáreas del bosque atlántico más importante de Europa.

El sábado día 29 de marzo se declararon varios incendios en la comarca del Eume. Pero no se produjeron de forma simultánea ni obedecen a la misma motivación, según apuntan desde la Guardia Civil. El que se adentró en el tesoro forestal de más de 9.000 hectáreas y provocó el desalojo de casi 300 vecinos de A Capela no responde a intereses económicos ni ganaderos €a diferencia, reiteran desde el Instituto Armado, de los que ese mismo día se produjeron en la zona€. "No hay motivación alguna. El incendio de As Fragas €sostienen€ se produjo debido a una negligencia por parte de alguien, como pudo haber sido una colilla o un cigarro".

Las conclusiones del Seprona €que una vez cerrado el informe serán remitidas al juez encargado del caso, Alejandro Morán Llordén, titular del juzgado de instrucción número tres de Ferrol,€ sitúan el incendio de las Fragas en el grupo de fuegos ocasionados por colillas mal apagadas, barbacoas o pirotecnias y que representan un 25% de los registrados en la comunidad, según revela un estudio encargado por la Fiscalía Superior de Galicia que analiza un total de 138 incendios e incluye entrevistas a más de 200 detenidos. Según este informe del Ministerio Fiscal, uno de cada cinco incendios producidos en la comunidad persiguen la obtención del algún beneficio, ya sea urbanístico, económico o ganadero.

No es el caso del fuego que asoló las Fragas do Eume el último fin de semana de abril y que llevó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a pedir entonces el apoyo del PP nacional para agravar las penas a los incendiarios, así como condenarles al pago de los daños económicos causados por las llamas y al coste de los servicios de extinción. Desde el minuto uno que se declaró el incendio en la joya natural de la comarca del Eume, la Xunta dio por hecho que había sido provocado ya que la información que manejaba entonces era la de "tres focos simultáneos" €tal y como aseguró Feijóo en su visita a la zona afectada€ y anunció la movilización de todos los medios para detener al "terrorista ecológico" que había reducido a cenizas el corazón de las Fragas, según apuntó el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández. Tras mes y medio de investigación, las indagaciones revelan que no fue intencionado.

147 incendiarios detenidos en lo que va de año

La detención de un vecino de Boborás (Ourense) como presunto autor de un incendio causado por una quema eleva a 147 los arrestados en lo que va de año por delitos contra el medio ambiente. Por parte de la policía autonómica, la cifra de arrestados por incendios forestales en la comunidad asciende a 82, el doble que los 41 contabilizados entre enero y mayo del año pasado. Las detenciones de incendiarios practicadas por la Guardia Civil fueron 65, 45 más que las registradas en el mismo periodo de 2011.

El balance de incendiarios arrestados en los cinco primeros meses del año supone un incremento del 140% respecto a 2011, periodo en el que se contabilizaron un total de 86 detenidos. Pontevedra y A Coruña fueron las provincias con más arrestados, 51 y 49 respectivamente. En Ourense, fueron detenidos 18 supuestos autores de incendios forestales y en Lugo, cinco.

Pero en la mayoría de los casos los arrestos no se traducen en juicio alguno y menos en condena. La falta de testigos y de pruebas que incriminen a los sospechosos impide que sean juzgados dos de cada tres incendiarios arrestados en la comunidad. Y sentar ante un juez a un presunto autor de un incendio forestal no significa que vaya a ser condenado. Un 30% de los incendiarios juzgados en Galicia son absueltos.