Benigno López renunció ayer a su puesto como Valedor do Pobo a poco más de dos meses de que su mandato concluyese y tras duras críticas de la oposición. Un escrito presentado en el Registro del Parlamento a las 18.00 horas de ayer ponía punto y final a los casi cinco años de trayectoria de López en el puesto después de que a principios de mes propusiese la suspensión de la ley de dependencia hasta que mejorase la situación económica. Aquellas declaraciones incendiaron a la oposición, que desde entonces reclamó su cese. El PP se quedó solo como su único defensor.

López, nombrado en 2007 por unanimidad de toda la Cámara, en la que PSdeG y BNG sostenían el gobierno bipartito, rechazó ayer hacer declaraciones sobre su decisión y se remitió a un comunicado cuya publicación exigió íntegra. "Hablé claro y no me enmudecieron. Y he sido y estoy siendo atacado por ello", se defiende en ese texto López, que volverá a ocupar su puesto de magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galiza.

El origen de este seísmo en la institución se originó el pasado día 3, cuando compareció en la Cámara para presentar su informe anual. Allí deslizó la idea de suspender la aplicación de la ley de dependencia. "A lo mejor estoy diciendo una cosa sin sentido, pues convendría a lo mejor dejar en suspenso la aplicación de la ley hasta que tengamos la suerte de venir a mejor fortuna", dijo sobre una de las banderas de los Gobiernos de Zapatero y que en su opinión "nació muerta" por falta de financiación. Tras la tormenta política que generó, matizó que tan solo comentaba "hipótesis" sobre la situación actual y culpó a la prensa de tergiversar sus palabras.

Dos millones de fondos

Su mandato concluía el próximo 27 de julio, pero la presión generada tras sus declaraciones desencadenaron su renuncia, después de que también dimitiese la vicevaledora Dolores Galovar, designada por el PSdeG. En su carta de despedida, López arremete contra la oposición y mantiene sus declaraciones sobre la ley de dependencia, aunque sin aludir a su suspensión.

El adiós del Valedor sorprendió a la clase política, pues el PP vetó por la mañana la inclusión en el próximo pleno de una propuesta del PSdeG para debatir su cese. Horas antes de su renuncia, el PP salió en su defensa, si bien anunció que propondría un recorte "sustancial" en su presupuesto, que este año alcanzó los 2,02 millones de euros, 200.000 más que en 2007, cuando llegó al cargo. A ello se unirá la supresión de los tres vicevaledores anunciada hace unos meses por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, decisión que permitirá un ahorro de 165.000 euros anuales. Más tarde, el portavoz popular Pedro Puy mostró su respeto a la decisión del ya exValedor y lamentó "el daño realizado por la oposición a la institución".

"No defiende al pueblo"

Socialistas y nacionalistas celebraron la dimisión. El líder del PSdeG, Pachi Vázquez, aplaudió la salida de López a través de su cuenta de twitter: "Quien no defiende al pueblo no puede representar al pueblo. Finaliza un episodio que nunca debió comenzar. Dimite el Valedor". El portavoz parlamentario de su formación, Abel Losada, rebajó el tono y tachó de "desafortunado" lo sucedido, si bien cargó contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien "aprovechó políticamente sus declaraciones, pero renegó de él".

Por su parte, la portavoz parlamentaria del Bloque, Ana Pontón, también también se felicitó por su adiós, que evita el "desprestigio" de la institución, y el candidato nacionalista a la Presidencia de la Xunta, Francisco Jorquera, tan solo lamentó que "llegase tarde".

La dimisión del actual Valedor abre antes de tiempo el proceso para nombrar a su sustituto, que debe ser elegido por 3/5 de la Cámara. Tras sus declaraciones, resultaba evidente que López no repetiría en el cargo ante la oposición de PSdeG y BNG. "Todavía es pronto para hablar de nombres", reconocían ayer fuentes del PP sobre su sustituto.

Tras este adiós forzado, queda en el aire incluso la supervivencia de la institución, pues el PP ha abierto el debate sobre el mantenimiento de esta en otros puntos de España y pretende conversar sobre él en una cumbre autonómica prevista antes del verano. De momento, solo Castilla La Mancha lo ha suprimido, mientras otras cuatro comunidades carecen de él: Baleares, Madrid, Extremadura y Cantabria. Las otras doce autonomías cuentan con esta institución.

El consenso que generó el nombramiento de López chocó con las polémicas que generó desde su llegada al cargo. Primero, alertó de la "inseguridad" que produciría la inclusión del gallego en el ámbito judicial, luego pidió la corrección de un libro que recogía que el gallego es la lengua oficial de Galicia, sin aludir al castellano, y finalmente levantó polvadera al comprar un coche por casi 68.000 euros.