CaixaBank decidió acometer en el primer trimestre la dotación íntegra que el Gobierno le ha exigido a las entidades para limpiar los balances de activos vinculados con el sector inmobiliario. Por esta razón, como apuntó ayer el presidente de la entidad, Isidro Fainé, los beneficios se vieron muy reducidos a cierre del primer tramo fiscal del año. CaixaBank ganó 48 millones de euros entre enero y marzo, un 84% menos que en el mismo período de 2011. La dotación para los activos del ladrillo ascendió a 2.436 millones de euros

Los márgenes operativos del banco catalán fueron casi todos positivos. De acuerdo con la información remitida a los inversores, el margen de explotación ascendió a 889 millones de euros, un 25% más elevado que en el primer trimestre de 2011. Este indicador es el que mejor refleja la evolución del negocio bancario, resultado de restar los gastos de explotación (personal, amortizaciones y otros) al margen ordinario.

La exposición de la entidad al sector promotor asciende a 21.708 millones de euros, con una reducción en el primer trimestre de 2012 de 730 millones de euros, un 3,3% menos, y representa aproximadamente un 12% sobre el total del crédito a la clientela. El número dos de CaixaBank, Juan María Nin, reconoció ante los inversores que "la gran batalla está en la cartera de promotores inmobiliarios", que ha empeorado este trimestre, al pasar la ratio de morosidad del 25,8 al 28,1%.

Más compras

Preguntado por si CaixaBank estudiará nuevas operaciones tras la absorción de Banca Cívica en lugares de España donde todavía puede crecer, como Galicia, Fainé aseguró que CaixaBank también puede crecer de forma orgánica (sin comprar). "En estos momentos tenemos proyectos, pero no tenemos nada en concreto", sentenció el directivo.