Después de 13 meses de sequía, una de las más duras y largas que ha vivido la comunidad, la Xunta avanzó ayer los puntos clave del protocolo de actuación aprobado la semana pasada por el Consello para paliar los efectos de la falta de lluvias en el sector agrario, los ríos, el suministro de agua o los incendios. Aunque el plan incluye 60 medidas que se aplicarán de forma gradual y podrían "ampliarse" en función de las necesidades, las actuaciones más urgentes consistirán en habilitar un sistema "exprés" para la captación puntual de agua de los ríos para garantizar el suministro a zonas con traídas vecinales o para usos rurales. Además, advertirá a las entidades municipales suministradoras de agua de que limiten su uso para fines "no prioritarios", como el riego de jardines, los baldeos para limpiar las calles o el mantenimiento de las piscinas, y limitará los desagües de los embalses hasta ajustar su nivel a las necesidades de suministro.

El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, presentó ayer en el Parlamento este conjunto de medidas, elaboradas por la Oficina Técnica da Seca que se creó para coordinar el seguimiento de la sequía. Hoy mismo se prevé que el Consello Rector de Augas apruebe el protocolo para empezar a poner en marcha las medidas de carácter "paliativo" de modo progresiva y en función de las necesidades.

Con carácter preventivo, sin embargo, fuentes de Medio Ambiente explican que en las últimas semanas ya se han puesto en marcha algunas actuaciones del protocolo, como la captación de emergencia como los ajustes realizados en los niveles de desaguado de algunos embalses. "Si el aliviado es menor, se logra el mismo efecto que si el consumo disminuye. Es más fácil regular el caudal de salida del agua que regular el consumo ciudadano a ciudadano", aclara Medio Ambiente, que añade que en las presas de Cecebre y Caldas ya se restringió el caudal de salida.

Hernández destacó como "novedades" la elaboración de un inventario de los medios de transporte de agua disponibles o el análisis que ya está realizando de los acuíferos subterráneos. En materia forestal, el plan prevé mejorar los puntos de agua y los cortafuegos.

El plan contra la sequía, sin embargo, llega "tarde" para la oposición, que ayer censuró la "inconcreción" de las medidas anunciadas. Frente a las críticas, el conselleiro recordó que el abastecimiento a las grandes poblaciones "no corre peligro" y los actuales niveles de los embalses (al 73,6%, seis puntos por debajo de lo habitual) "no hacen prever dificultades a corto plazo". Con todo, admitió que existe "riesgo" de que no se alcancen los niveles de ocupación idóneos para la campaña de verano.

Una parte de las medidas está enfocada al sector agrario. Además del adelanto de las ayudas de la PAC, la Xunta propondrá al Ministerio de Agricultura que se desgrave la compra de forrajes adquiridos fuera de la comunidad. Además, para compensar las pérdidas acumuladas en 2011 la Xunta anunció una reducción de los módulos del IRPF de las explotaciones ganaderas y este año seguirá "priorizando" los pagos de las distintas líneas de ayudas dirigidas al sector, como ya hizo en el mes de marzo al adelantar 21 millones de euros a los ganaderos. Otra de las medidas incluidas en el protocolo de la Xunta apuesta por fomentar la contratación de seguros agrarios ante posibles daños por la sequía.