El sector financiero todavía tiene que soltar más lastre. Los sacrificios que ha venido realizando en los últimos meses, suprimiendo cientos de oficinas bancarias y eliminando miles de puestos de trabajo no son suficientes. Así al menos lo asegura un estudio del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que considera que la banca española deberá cerrar unas diez sucursales al día hasta 2014 para reducir su red un 35 % y su plantilla en más de 41.400 empleados para afrontar un futuro en el que quedarán solo 10 entidades.

El informe explica que el 30 % de las oficinas de la banca genera el 70 % del negocio, lo que demuestra una sobredimensión que hace que España sea el país del mundo con más oficinas por habitantes cuando no figura si quiera "entre las 10 primeras economías".

A juicio del estudio publicado ayer por el IEB, que recoge la agencia EFE, esto "no tiene ningún sentido" y calcula que "más adecuado" a la realidad del país es una red bancaria de entre 25.000 y 30.000 oficinas, un 35 % menos que en la actualidad o un 40 % menos frente a máximos de 2007.

Esta drástica reducción de la capacidad de las redes supone además un excedente de plantilla en el sector financiero que el IEB cifra en 41.460 empleados, es decir, el 16 % del total. Los ajustes que deben acometerse en la red bancaria también implicarán la redefinición de las oficinas, que tendrán que ser espacios más grandes, con más empleados y con servicios ajenos a lo financiero.

Todo ello debería beneficiar al cliente pero también a la banca, que podría ser más eficiente y mejorar sus costes, "algo que está encima de la mesa de todos los altos directivos del sector financiero. Además, el informe vaticina que la reforma financiera hará que queden tan solo una decena de grandes entidades, "algo que no resulta descabellado si tenemos en cuenta que en España los siete mayores bancos tienen solo una cuota de mercado del 40 %", cuando en Europa la media es del 70 %.