Por encima de las cifras de asistentes, o las proclamas lanzadas, lo más sorprendente de la primera gran manifestación que ayer se celebró en Vigo en protesta por los "productos tóxicos" de la banca en general, y la emisión de preferentes en particular, es la edad. "Lo que da una idea clara de que ésta es una concentración de verdad, auténtica", comentaban desde la organización, encabezada por la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), en coincidencia con otras siete ciudades españolas. Gente, sobre todo, mayor, lo que explica la insistencia de las quejas que en estas últimas semanas se lanzan desde los colectivos de afectados, de que los instrumentos se vendieron a clientes de toda la vida, "apelando a su confianza".

Algunos de los agentes de la Policía Local estimaban la participación en la protesta en la ciudad olívica en unas 1.500 personas, una cantidad que la organización elevaba hasta las 3.000. La inmensa mayoría con pancartas con críticas directas al sector financiero bajo el argumento "pola defensa dos nosos aforros". "Los afectados quieren una solución ya", reivindica Eugenia Mariño, de Adicae en Vigo. De ahí la petición al Gobierno para que tome medidas y acabe con lo que se bautizó ya como "un corralito gallego". Mariño habla abiertamente de "abusos de la banca" y de la negativa de las entidades "a dar explicaciones". "Nunca lo hacen", reitera. "Ahora –continúa– la gente les dice basta ya".

"Quiero mis ahorros", reclama María, de 64 años, que acudió a la manifestación en compañía de una hija y uno de sus ocho nietos. "Para que nunca le pase a él –justifica– lo que me ha pasado a mí". A su lado, una vecina. Las dos comparten sucursal bancaria. Las dos también cambiaron un "pequeño" –se disculpan, pero no quieren hablar de cuánto dinero tienen invertido– depósito fijo "por algo que no sabíamos lo que era, pero que nos vendieron como si fuera lo mismo". La vecina asiente. "Son unos sinvergüenzas", apostilla, mientras se tapa los oídos.

Los silbatos y los cánticos –"No somos inversores, somos ahorradores", "Nosotros trabajamos, no robamos" o "Preferentes, el engaño de la gente"– se intensifican en el cruce de Colón con García Barbón. Los cientos de participantes ya habían levantado las manos al paso de las sedes del Santander y el Sabadell. Y ahora toca Novagalicia. Juan, de 53 años, y con guantes blancos como muchos otros asistentes para emular "a cacos como estos" está encendido. "Es que no entiendo cómo me pudieron hacer esto", se queja. En su caso, con 13.000 euros atrapados.

Uno de los organizadores se acerca para puntualizar que la lucha va más allá de las preferentes. "Aquí hay gente con deuda subordinada, yo tengo una cláusula de suelo en mi hipoteca abusiva", explica, muy interesado también en recordar que aquí hay afectados de Vigo, Morrazo, Val Miñor y Baixo Miño. en la cita estuvo también el portavoz nacional del BNG. "Hay que decirlo claro, se está ejerciendo violencia contra la gente", sostiene Guillerme Vázquez.

Respuestas "sin dilación"

Adicae cifra en más de 30.000 la gente que en toda España salió ayer a la calle para "plantar cara a las entidades". "Aunque respetamos los 100 días que se dan a todo nuevo Gobierno, los problemas son tan graves y urgentes que requieren medidas y respuestas sin dilación", reclamaba el presidente de la asociación, Manuel Pardos, desde Madrid.