Tras cuatro años de continuos tijeretazos presupuestarios, este año habrá que rascarse más el bolsillo para hacer frente al aumento de impuestos –hasta un 10% el IBI y un 7% el IPFP– y el pago por servicios que hasta ahora eran gratuitos, como bodas civiles, expedientes administrativos o certificados de empadronamiento. Pero al cinturón de los ciudadanos ya no les quedan más agujeros; ahora será la administración la que tendrá que reducir gastos superfluos para salir de la crisis. Ahora toca a los ayuntamientos y a las diputaciones echar mano de la calculadora y hacer recortes.

La austeridad que prometieron alcaldes y presidentes provinciales tras las elecciones municipales del 22-M se verá también reflejada en sus nóminas. A la mayoría, sobre todo a los de las grandes ciudades –algunos cobran más que un conselleiro (62.800 euros brutos)–, no les quedará otra que rebajarse el salario. Ya no serán los beneficiarios ni los concejales o diputados provinciales los que fijen la cuantía, sino que les vendrá marcada por ley.

En esa norma para homogeneizar las retribuciones de los cargos electos locales ya se ha puesto a trabajar el Gobierno de Mariano Rajoy. Aunque todavía no está fijado el techo máximo de los sueldos, uno de los marcos de referencia que estudia coincide con el que también está evaluando la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp).

Según el borrador de la Fegamp, los salarios de alcaldes y presidentes provinciales deberían quedar por debajo de lo que cobra un conselleiro. Esta propuesta coloca en el punto de mira los sueldazos de cinco alcaldes –A Coruña, Vigo, Pontevedra, Lugo y Ourense– y de los cuatro presidentes de Diputación, ya que cobran más que un miembro del Consello de la Xunta.

Criterio poblacional

El principal criterio que tendrá en cuenta el Gobierno de Rajoy para establecer la tabla salarial de alcaldes, concejales y presidentes provinciales será la población, por lo que el sueldo más alto corresponderá a los cargos electos de las ciudades, y a partir de ahí se irá rebajando en función del número de habitantes.

Los regidores y presidentes provinciales con salarios superiores a los de un conselleiro –a excepción del regidor de Pontevedra que eludió pronunciarse sobre la posibilidad de que el Gobierno les imponga por ley un salario inferior al de los consejeros autonómicos– se manifestaron a favor de estos recortes dada la situación de crisis que amenaza con prolongarse dos años más.

Quien fue más allá fue el presidente de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar (PP), al advertir de que "tal y como están los tiempos, las revisiones se deben hacer no solo a los alcaldes, sino también a los conselleiros y al presidente de la Xunta".

El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez (PSdeG) es el mejor pagado de Galicia: 67.800 euros, apenas 9.200 euros menos que lo que cobra el presidente de la Xunta.

"Esta homogeneización y regularización será positiva. Se deben tener en cuenta factores como la población y el presupuesto del concello y también la carga de trabajo que asume cada alcalde", apunta Rodríguez.

En el ranking de salarios municipales, le siguen el regidor de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, con 66.881 euros, la misma cuantía que en el mandato 2007-2011, en lo que se incluye la Seguridad Social y los trienios de antigüedad.

"Dentro de la defensa que hago de la autonomía municipal estoy dispuesto a dialogar con los términos que se hablaron entre el presidente de la Xunta y el presidente de la Fegamp", asume Orozco, en relación a la propuesta del ente de poder local y que evalúa fijar por ley el Gobierno fijando como tope máximo para el salario de los alcaldes el sueldo de un consejero autonómico.

Rebaja

La misma nómina perciben los alcaldes de A Coruña y Vigo, Carlos Negreira (PP) y Abel Caballero (PSdeG), respectivamente: 65.220. En el primer caso, Negreira tuvo que rectificar su salario. Pese a las promesas electorales de bajarse el suelo, el regidor de A Coruña se fijó una nómina de casi 71.000 euros al año. Ante las críticas de la oposición por semejante "sueldazo", Negreira equiparó finalmente su sueldo al del alcalde de Vigo.

Caballero, también vicepresidente de la FEMP, espera que el informe para definir el estado actual de las retribuciones de cargos electos locales esté listo en un mes y así pode establecer "criterios objetivos" a la hora de homogeneizar y aportar "transparencia" a la gestión de la administración pública.

Con un sueldo superior al de un conselleiro también está el alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores (63.831). En cuanto a las otras dos ciudades gallegas, el salario más austero recae en el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela (PP), que tiene una nómina de 44.0000 euros. Mientras que Gerardo Conde Roa percibe por dirigir la Alcaldía de Santiago 58.600 euros.

Muy por encima del salario de un alto cargo del Gobierno gallego están las retribuciones de los presidentes provinciales: Diego Calvo, de A Coruña (71.593), Rafael Louzán, Pontevedra (71.593)Manuel Baltar, de Ourense (70.000), y José Ramón Besteiro, de Lugo, (63.502). Los tres primeros cobran cerca de un 15% más que con conselleiro.

Entre los alcaldes de municipios con menos de 20.000 habitantes resultan llamativos los casos de Abegondo, Mos, Teo, Vilaboa o Monforte de Lemos, cuyos alcaldes superan el que recibe el de Ferrol –una ciudad con cerca de 75.000 habitantes– y se aproximan a los 49.000 euros que suele ingresar un subdirector xeral de la Xunta. Así, el regidor de Abegondo, con menos de 6.000 habitantes, percibe 45.000 euros al año.