El BNG parece a punto de estallar. A las bajas de militantes individuales que se produjeron tras la Asamblea Nacional, se sumaron ayer dos significativas. La primera fue la de la exconselleira de Vivenda, Teresa Táboas, que anunció su renuncia a su escaño como diputada en el Parlamento gallego tras la victoria de las tesis de la UPG con las que no se alinea. La segunda la del alcalde de Arbo, Xavier Simón, el primer regidor que decide darse de baja como militante en la formación nacionalista también en desacuerdo con la situación de división interna generada en las filas nacionalistas.

Táboas llevaba meses alejada de la primera línea política, a pesar de ser coordinadora de la ejecutiva, y se había dado de baja en noviembre como miembro de la corriente Máis Galiza. Su regreso al centro de los focos se produjo antes del inicio del proceso asambleario cuando compareció junto a irmandiños y PNG para reclamar la "refundación" del Bloque. De hecho, apoyó el pacto de estos con Máis Galiza que no logró arrebatar el control de la formación frentista a la formación hegemónica desde su nacimiento: la UPG.

Ayer envió una carta al portavoz nacional, Guillerme Vázquez, comunicándole su "petición de que traslades a los órganos de dirección que corresponde" su deseo de renunciar al escaño que ocupa en el Parlamento autonómico.

La dirigente, que saltó desde el campo de la arquitectura a la primera línea con la llegada del bipartido al poder de la mano de Anxo Quintana, que la nombró conselleira de Vivenda, alega causas "personales y otras de índole política" para justificar una decisión que ayer no sorprendió a muchos de sus todavía compañeros de formación, que recuerdan que eran habituales sus ausencias en la anterior ejecutiva.

Táboas, que será sustituida en la Cámara por Carme da Silva, edil en Pontevedra y miembro de la Unión do Povo Galego, alega la necesidad de que en el Parlamento defienda al BNG "otra persona más identificada con la línea política" aprobada en la pasada asamblea nacional. Esas tesis fueron las de la candidatura de Alternativa pola Unidade (ApU), auspiciada por la UPG, y no las pactadas entre Máis Galiza e irmandiños que ella apoyaba y que pretendían la "regeneración y refundación" del Bloque.

Pese a ello, la dirigente, ahora mismo no adscrita a ninguna corriente interna y con la que este diario trató de ponerse en contacto ayer sin éxito, defiende la "incuestionable legitimidad democrática" de la decisión tomada por la asamblea. Al no comulgar con esa nueva línea, prefiere abandonar la Cámara "por honestidad y coherencia".

Finalmente, agradece a Guillerme Vázquez el "afecto" demostrado desde 2009, cuando este accedió al cargo de portavoz nacional que revalidó hace diez días, y muestra su "respeto y consideración" hacia los miembros de la dirección y el grupo parlamentario del BNG,

La dirección de la formación, tras conocer la noticia, mostró su "respeto" a la decisión Táboas y eludió cualquier otro comentario al respecto.

Táboas, sin embargo, no aclara si su renuncia supone el abandono del BNG. Quien sí lo ha dejado claro ha sido Xavier Simón, el alcalde de la localidad pontevedresa de Arbo, que ha comunicado a la dirección nacionalista su deseo de dejar de militar en la formación, según ha podido saber este diario, si bien desde esta se ha intentado evitar su salida. Simón seguirá con sus ediles, que le respaldan, al frente de Arbo. Simón es el primer caso de un alcalde que deja el Bloque como consecuencia de la herida abierta antes, durante y después de la reciente asamblea nacional.