Dos de cada diez accidentes de tráfico con víctimas mortales se producen en carreteras de titularidad provincial. Pero a pesar de la evidente peligrosidad de estas vías –carreteras secundarias, de una sola calzada y normalmente sin arcenes ni otro tipo de medidas de seguridad– hay muy pocos estudios que analicen sus características y puntos críticos para tratar de reducir en ellas el número de accidentes. Quizá por esta razón la DGT encargó el año pasado a la Fundación Cidaut el primer mapa de tramos de concentración de accidentes (TCA)de las redes de carreteras provinciales, una herramienta que las diputaciones responsables de su mantenimiento podrían aprovechar para focalizar sus esfuerzos e inversiones sobre los tramos que presentan una peligrosidad superior a la media.

Los datos sobre siniestros y víctimas ocurridos en este tipo de vías durante un periodo de cinco años sitúan a Galicia como una de las tres comunidades que más deben mejorar la seguridad de su red provincial y a A Coruña, como la segunda provincia en la que se localizan más puntos negros. La parte positiva es que, a diferencia de los que ocurre con los llamados TCA de las carreteras estatales y autonómicas, los accidentes registrados en este tipo de vías suelen ser, por sus propias características (tipo de tráfico, velocidad máxima...) menos graves.

El estudio identifica un total de 18 puntos conflictivos por su alta concentración de accidentes en la comunidad gallega: 11 en A Coruña, cinco en Lugo y dos en Pontevedra. Solo las vías valencianas y andaluzas presentan un número mayor de tramos de riesgo, un hecho que los autores del estudio atribuyen en parte "al turismo costero de estas comunidades", que hace que "el flujo de tráfico aumente de forma considerable, incrementándose a su vez el riesgo de producirse un accidente".

En cuanto a los puntos críticos de la red provincial coruñesa, Cidaut identifica 11 puntos negros en los que durante el periodo analizado se produjeron 66 accidentes. Este dato la sitúa como la segunda provincia española con las vías provinciales de mayor riesgo, solo por detrás de Valencia, donde se localizan nada menos que 30 tramos peligrosos. La posición de A Coruña en el ranking nacional, con todo, sorprende algo menos si se tiene en cuenta que también es una de las provincias con más carreteras dependientes de la Diputación. De hecho, solo Lugo y León superan los 2.145 kilómetros que componen la red provincial coruñesa.

Precisamente, la provincia de Lugo, donde la diputación mantienen nada menos que 6.481 kilómetros de carreteras, es la que cuenta con una red viaria provincial más extensa. Pero a pesar de su longitud, el informe de la Fundación Cidaut tan solo localiza en ella cinco tramos de concentración de accidentes en los que, eso sí, se produjeron 27 siniestros. Tras Lugo está Pontevedra, que tiene la red provincial más pequeña (solo 1.600 kilómetros) y dos puntos críticos. Ourense es la única provincia gallega que no tiene que preocuparse por los puntos negros, al menos, no en sus 1.855 kms de red provincial.

Si se tienen en cuenta todos los accidentes durante el mismo periodo en vías provinciales, las posiciones en el ranking de las provincias gallegas varía. Pontevedra, con 955 siniestros en vías provinciales durante el periodo analizado, ocupa la primera posición en Galicia, seguida de cerca por A Coruña (873) y a mucha distancia por Lugo (328) y Ourense (apenas 76).