Cualquier parecido de la imagen que la Xunta ofrecía de la caja única gallega hace casi dos años, con la polémica reforma entonces de la ley autonómica del sector para forzar la fusión bajo la argumentación del también discutido informe de KPMG, es pura anécdota con lo ocurrido finalmente. La entidad de ahorros es hoy un 6,84% de un banco en el que el Estado controla más del 90% del capital, frente a una inmediata vuelta de tuerca en el sector de mano del equipo económico de Mariano Rajoy, dispuesto a liberar el lastre inmobiliario a precios de mercado e impulsar nuevas integraciones para compensar las posibles pérdidas. En un intento in extremis para que la participación de Novacaixagalicia en Novagalicia se incremente y evitar así el elevado riesgo de desaparición de su obra social, el Gobierno gallego acaba de presentar un recurso contra la tasación del negocio, que se saldó con un descuento del 88%. "En nuestra opinión, esa valoración no es justa y no se siguieron los procedimientos previstos", anunciaba ayer Alberto Núñez Feijóo.

Tres meses después de que se conociera y de que el propio jefe del Ejecutivo gallego diera por hecho que la participación iba a llegar al 15%. ¿A qué vino tanta espera? El propio Feijóo lo achaca, en primer lugar, al "pormenorizado estudio" en el que estuvieron trabajando los servicios jurídicos del Gobierno autonómico para confirmar la postura que en aquel momento trasladó. "Que no compartíamos la valoración", recuerda. Y así fue. El día en el que se conocieron los números, el presidente de la Xunta habló de "la menos mala" en comparación con Unnim y CatalunyaCaixa, las otras dos entidades nacionalizadas, aunque en lugar de las dudas sobre la revisión del activo de Novacaixagalicia, el acento se puso en "el momento". "El más crítico €dijo€ de la economía".

El recurso en el juzgado central del Contencioso-Administrativo de Madrid que se formalizó ayer, justo cuando acababa el plazo, sí hace hincapié en el negocio de la caja en comparación con otras. "Hay valoraciones realizadas en fechas similares en las que con menos de la mitad de los activos de Novacaixagalicia alguna entidad fue siete veces más valorada", señala Núñez Feijóo, aunque sin especificar cuáles durante su comparecencia tras el Consello, ni tampoco después la Consellería de Facenda.

La Xunta se queja del desconocimiento de los "criterios" que "argumentan" una valoración "tan baja" para "una entidad que tiene más del 46% del mercado financiero de la comunidad". En concreto, los 1.714 millones de euros que recogían los libros se tasaron en 181 millones con el análisis interno.

La segunda razón de los tres meses de espera era la intención del Ejecutivo de autonómico de "no influir" en "la capacidad o el trámite de captación de capital" que el nuevo presidente, José María Castellano, puso en marcha "en los tramos minoristas". "Una vez finalizada la captación de capital, entendemos que no perjudicábamos ese proceso", defiende Feijóo.

Realmente, el calendario oficial no finaliza hasta septiembre del próximo año, con la apertura de tres ventanas más de inversores €la inicial, este diciembre, acabó con 70,4 millones de empresarios gallegos, por debajo de la mitad de lo esperado€, sin que además exista ninguna diferencia de minoristas y mayoristas €el requisito es una sociedad patrimonial€ entre ellas para comprarle su parte al FROB.

Precisamente, otra de las pegas que ponen en San Caetano apunta al responsable del estudio del negocio. "No compartimos €explica Feijóo€ que sea el FROB el que señale el precio del valor de Novacaixagalicia y que sea el FROB el que simultáneamente compre participaciones en una caja previamente valorada por él mismo". Como recogía el decreto que regula el funcionamiento del fondo, el Banco de España encargó previamente una valoración a tres expertos independientes €Ersnt&Young, Société Générale y Rothschild€, en base a la due diligence que antes elaboró la consultora BDO.

"No se contó con la opinión de la caja, ni fue notificada para poder hacer alegaciones sobre la evaluación de la entidad. No se tuvo en cuenta su situación patrimonial", enumera el jefe del Ejecutivo gallego, junto con la ausencia en la tasación, dice, "de las operaciones de saneamiento de carácter extraordinario realizadas, concretamente 2.000 millones de euros". Algo que, teóricamente, sí se tuvo en cuenta con la reducción hasta los 2.462 millones del capital necesario para cumplir el decreto de solvencia, y con adelgazamiento interno que el Banco de España computó.

El 15%

La Xunta reconoce abiertamente que le preocupa el futuro de la caja y sus inversiones en la sociedad, lo único que, por cierto, queda bajo su labor de tuteladora junto al regulador nacional. "Esta valoración afecta, sin ninguna duda, a la capacidad de actuación de la obra social, obra social que tenemos que proteger, y obra social que, por supuesto, sigue siendo un objetivo prioritario de la comunidad autónoma", advierte el presidente. Porque lejos de poder acudir al primer plazo de inversores para elevar su presencia en el banco, Novacaixagalicia lo ve "imposible". Días antes de desvelarse la tasación, la Consellería de Facenda había anunciado que contaba con garantías para que la caja mantuviera un 15% de las acciones. Luego, esas garantías se matizaron con un "compromiso" entre ambas partes, y que Castellano confirmó, para "intentar" alcanzarlo a través de la compraventa de inmuebles de la obra social. De la negociación no se sabe nada.

Con Castellano se ha hablado del recurso, según asegura Feijóo. "Entendió perfectamente las razones", afirma. Sin competencias financieras apenas, el Gobierno gallego exige batallar por lo que le queda. "Actuar impugnando la reestructuración financiera en España, el FROB II, e impugnando la valoración", incide Feijóo.

Al presidente de la Xunta no le quedó más remedio que posicionarse ante lo que hasta ahora se sabe del ideario con el que el PP llega a Moncloa respecto al sistema financiero. Sobre todo, porque lo que haga el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos, partidario de más fusiones, puede influir definitivamente en el futuro de Novagalicia y, por lo tanto, de Novacaixagalicia. ¿Habló Feijóo con Rajoy sobre el asunto? ¿Cree el presidente de la Xunta que podrá sobrevivir la entidad gallega? Él insiste en la necesidad de facilitar la financiación a empresas y familias. "Creo que los Gobiernos que ayuden a fluir el crédito y que se establezca como prioridad el saneamiento de las entidades financieras son Gobiernos responsables", resume.