Los recortes presupuestarios están ralentizando las ayudas a la dependencia. La ambiciosa ley que pretendía prestar atención a todas las personas con algún grado de dependencia en España está tocando techo ante las dificultades que está sufriendo para su financiación. En Galicia durante este año el número de beneficiarios se incrementó en solo 1.520 personas, menos de la mitad que en 2010 cuando se incorporaron al sistema de ayudas un total de 3.900 nuevos perceptores. A pesar de que la lista de espera ha descendido en un año en 4.000 gallegos –ahora se sitúa en 28.312–, el número total de personas que reciben prestaciones en Galicia solo se elevó en 1.520 porque aproximadamente 2.500 salieron del sistema bien porque fallecieron o por otras razones.

Esta mejoría, sin embargo, no consigue sacar a Galicia de los peores puestos del ranking estatal. La comunidad gallega tiene pendientes de atención al 45 por ciento de las personas con derecho a ayudas, un porcentaje solo superado por Canarias (58 por ciento).

Según los datos del Ministerio de Sanidad, a 1 de diciembre de 2011 están recibiendo ayuda un total de 34.092 gallegos, un 4,6 por ciento más que hace un año. En 2010, sin embargo, el impulso fue más del doble, puesto que el número de beneficiarios creció un 13,9 por ciento. La Consellería de Traballo ya lo había advertido a principios de año: la atención a nuevos dependientes se ralentizaría durante 2011. El principal problema es la falta de fondos. El departamento de Beatriz Mato reprocha al Ministerio de Sanidad que no cumpla con su parte y aporte el 50 por ciento de los gastos de atención a la dependencia. Según sus cuentas, el Estado debería destinar a Galicia 805 millones para ayudar a financiar la ley y no los 458 que aporta ahora. También es cierto que las prisas ya no son las mismas puesto que ya se han atendido a los casos más severos y se están valorando ahora las peticiones de los dependientes menos graves.

La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales advierte que el ritmo de crecimiento de nuevos beneficiarios se está frenando en la mayoría de las comunidades autónomas y apunta además otro factor que incide en esta ralentización: muchos de los dependientes más graves que estaban recibiendo ayudas fallecen lo que contribuye a que la cifra total de beneficiarios se mantenga estable o incluso se reduzca en algunas autonomías como Aragón, Valencia, Asturias, Navarra, Extremadura, Madrid y Castilla y León. "En el año 2011 se produjo en España una reducción de 60.000 grandes dependientes. Por primera vez en la historia de la Ley de Dependencia los datos de diciembre demuestran que se está reduciendo a nivel nacional el gasto con respecto al mes anterior", apuntan los directores y gerentes de servicios sociales.