El Banco Sabadell se hizo ayer con la propiedad de la intervenida caja alicantina CAM por solo un euro y se encaramó con esta operación al quinto puesto del «ranking» financiero español, sólo por detrás del Grupo Santander, BBVA, Bankia y Caixa Bank.

El conjunto del sector financiero español (el resto de las entidades de crédito: bancos, cajas y cajas rurales) asumirá, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, el saneamiento de la intervenida caja alicantina con un coste estimado de 6.590 millones entre aportación de capital y asunción de pérdidas futuras de CAM y el Banco Sabadell , único aspirante a quedarse con la Caja del Mediterráneo, deberá asumir otros 335 millones por este segundo concepto. Con este esquema, CAM costará al conjunto de la banca española casi 7.000 millones de euros (6.925 millones), pero no tendrá impacto en el erario público.

El Estado recuperará la totalidad del dinero que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyectó en la CAM, una vez que el Banco de España procedió a su intervención y nacionalización en julio a la vista de su delicadísima situación económica. La decisión se produjo tres meses después de que Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria hubiesen expulsado por esta razón a CAM de su proyecto de fusión.

La compra de CAM permite al Sabadell acrecentar su tamaño en el 75% (aumenta sus activos de 95.049 a 166.436 millones) y, de ser uno de los históricos bancos medianos del país, pasa a convertirse en uno de los cinco mayores grupos financieros de España. Con la anexión de CAM materializa además su vieja aspiración de superar al Banco Popular, que recientemente se anexionó al Banco Pastor, al que también aspiraba el Sabadell.

El afán de crecimiento del Sabadell obedece al convencimiento de que, salvo entidades muy pequeñas y especializadas en determinados segmentos de negocio o mercados regionales, las entidades que precisan financiarse en los mercados mayoristas deben situarse en tamaños por encima de los 100.000 millones. Este imperativo de tamaño se acrecienta en circunstancias difíciles como las actuales, con un estrechamiento de márgenes y altos costes de estructura.

CAM permite además al Sabadell reforzar su red «de manera significativa», dijo ayer la entidad, en Alicante, Murcia, Valencia y Baleares, pero también en Madrid y Andalucía.

Esta operación la hace el Sabadell a sabiendas de que, con su nuevo tamaño, pasará a ser considerado como una entidad «sistémica» por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), lo que le obligará a reforzar su capital hasta el 9% sobre activos de riesgo. Sabadell ganó en el primer semestre 207,4 millones de euros, el 39 % menos que en el mismo periodo de 2010, en buena medida por las altas dotaciones realizadas en el período. Pero CAM perdió en el mismo periodo 1.731 millones de euros, tiene una tasa de morosidad del 20 % y su exposición inmobiliaria es de16.000 millones de euros.

Oliu dijo ayer que la incorporación de CAM se hace una vez saneada esta entidad y «sin riesgos sustanciales adicionales a los de su propia franquicia, debido a los esquemas de saneamiento, recapitalización y liquidez provistos por el Fondo de Garantía de Depósitos y el FROB» y que esta operación «devolverá la tranquilidad a clientes y empleados de CAM».

Quién paga

El Estado, a través del FROB, inyectó en julio a CAM 2.800 millones como capital para su nacionalización y otros 3.000 millones como préstamo de liquidez. Este crédito y sus intereses los reintegrará CAM al FROB en los términos pactados. Los 2.800 millones aportados como capital por el Estado los recuperará el erario público de inmediato.

Para ello el Fondo de Garantía de Depósitos o FGD (financiado por bancos, cajas de ahorros y cajas rurales con una cuota sobre sus pasivos) adquirirá al FROB el 100% de Banco CAM mediante una ampliación de capital de éste por 5.249 millones, de los que 2.800 será devueltos al Estado. Una vez dueño del 100% de CAM, el FGD venderá este banco al Sabadell por un euro.

Además el FGD otorgará un esquema de protección de activos al Banco CAM (similar al que dio al Banco CCM cuando se lo quedó Cajastur) para cubrir durante diez años las pérdidas previstas en su cartera por operaciones previas a la llegada del Sabadell. Las pérdidas se estiman en 5.528 millones, pero 3.882 millones ya están dotados por CAM. De los 1.676 millones pendientes, el Fondo de Garantía asumirá el 80% (1.340 millones) y el Sabadell, el 20% (335,2 millones).