Casi nueve de cada diez incendios registrados este mes fueron provocados. Con este dato como argumento, el presidente de la Xunta abrió el debate para modificar el código penal y endurecer las penas para quienes prendan fuego a los montes, tanto en el caso de las penas de prisión como en el de las multas económicas. Alberto Núñez Feijóo defendió estudiar esta propuesta para castigar estos delitos e incluir circunstancias "agravantes" como provocar los fuegos en días de máximo riesgo, medidas que también tendrían un efecto disuasorio sobre los delincuentes.

Su discurso se produjo la misma jornada en que la climatología concedió un respiro con la bajada de temperaturas y permitió cerrar el día sin ningún fuego fuera de control, once extinguidos y otros cinco controlados, todos ellos en Ourense.

Tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, Feijóo se presentó ante la prensa con una panoplia de datos con que avalar la intencionalidad de los fuegos y la actividad incendiaria sin precedentes de este mes. Entre los días 1 y 19, se registraron en la comunidad 1.635 incendios, "más de los registrados en julio y agosto juntos": 689 en Ourense, 348 en Pontevedra, 377 en Lugo y 221 en Lugo. "Estos son datos oficiales. No creo que mientan los funcionarios públicos. En el Gobierno no caben las mentiras", alegó. Todos esos fuegos han calcinado este mes entre 8.000 y 10.000 hectáreas, según el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez.

Los técnicos de Medio Rural han establecido que el 88% de los incendios de estos días son intencionados. Además, prosiguió Feijóo, más de la mitad se iniciaron por la noche "cuando no pueden actuar los medios aéreos" y muchos cerca de vías de comunicación e incluso de núcleos de población. "Es intolerable", finalizó antes de recordar que la "clave" radica en que la policía detenga a los incendiarios.

Feijóo eludió comentar las críticas de los sindicatos sobre la falta de material de los operativos de extinción y se limitó a alabar a unos brigadistas "que son de lo mejor de Europa".

La Xunta estudiará posibles actuaciones en los ayuntamientos más afectados por los fuegos, medida que pidió el PSdeG, si bien todavía están "evaluando" los daños de estos. Finalmente, Feijóo confió en que se cumplan los pronósticos y llueva el próximo lunes.

Cinco fuegos afectaban ayer a la provincia de Ourense al cierre de esta edición, todos ellos bajo control, según Medio Rural. El más grave se registraba en la parroquia de Cernado, en Manzaneda, que desde el jueves ha calcinado 1.800 hectáreas. En él trabajan nueve aviones, 15 helicópteros, 5 palas, once motobombas, 39 brigadas, 18 agentes forestales y dos técnicos. También estaba bajo control otro en Montederramo, donde las hectáreas afectadas ascienden ya a 200. En el caso de los ayuntamientos de A Veiga y Baltar, la superficie arrasada es de veinte hectáreas en cada caso.

Medio Rural informó también de que habían sido extinguidos otros once fuegos. El de la parroquia de San Paio de Araúxo en Lobios fue el de mayor tamaño al quemar 1.000 hectáreas. Le siguen en magnitud uno en Laza que quemó 900 hectáreas y otro en Paradela, Manzaneda, con 550. Más pequeños fueron los que afectaron a Vilar de Barrio, con 120 hectáreas afectadas; en Melón, con 80; y Parada de Sil, con 21. A mediodía, también fueron extinguidos otros siete en Maceda (1.075 hectáreas), Viana do Bolo (450), Esgos (327), A Peroxa (300) y Calvos de Randín (11).