Como dueño que será, el Popular se encargó del escenario, su sede central en Madrid, y de la mayoría de las explicaciones sobre una operación a la que los analistas no paran de ponerle pegas. "Estamos integrando la mejor entidad posible", defiende, con rotundidad, su presidente, Ángel Ron, tras dos interminables apretones de manos con José María Arias Mosquera, todavía máximo responsable del Pastor y futuro vicepresidente del grupo resultante. La OPA sobre el 100% del banco gallego se formalizó ayer tras arrancar el "compromiso irrevocable" de que Amancio Ortega, con el 5,01% del capital, y Tesalia, que posee un 5,04%, acudirán junto con la Fundación Barrié, que ostenta el 42%, al canje de acciones que se completará en el primer trimestre del próximo año. La primera piedra a una nueva entidad con una cuota en Galicia del 17%, casi 12.300 millones de euros en fondos gestionados, 9.300 en créditos y un millón de clientes. Aún así, pese a que la red en la comunidad sumará 378 oficinas y 2.975 empleados, Ron asegura que la tijera aquí por la duplicidad "no es la más relevante". "Salvo en casos muy evidentes, donde los ajustes son por sentido común, serán casos concretos –incide–. No serán muy significativos". El mensaje de tranquilidad va directo a la plantilla y a los sindicatos, con los que ya se habló. El recorte de empleos que haga falta se hará con prejubilaciones y bajas naturales.

"Sin crear conflictos de ninguna naturaleza", añade el presidente del Popular, que reitera la "capacidad" de ambas entidades para resolver la redundancia de sucursales, con la previsión de completar la adaptación de plantilla en los dos próximos años. Como adelantaron el pasado viernes en el avance de la absorción, el Pastor se mantendrá en Galicia como marca, incluidas las oficinas que el Popular tiene aquí y su negocio, salvo la excepción de "una pequeña red" que conservará la matriz "por cuestiones comerciales". "Estamos en una fase preliminar", señala Ron, para justificar su negativa a poner cifras en la mesa sobre el choque de redes y personal. Eso sí. El Popular prevé trasladar a Galicia uno de los centros administrativos del grupo para "mitigar" el impacto de la operación en los servicios centrales del banco coruñés y admite abiertamente que las "duplicidades importantes" están en las 370 sucursales del Pastor fuera de la comunidad.

Especialmente en Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana, donde la unión coloca al nuevo grupo financiero por encima de cuotas de mercado del 5%. ¿Qué ocurrirá con esta parte de la red? Es otra de las incógnitas por concretar, pero Ángel Ron insinúa que muy probablemente podrían formar parte de un acuerdo con Crédit Mutuel. Una especie de caja rural francesa, de gran referencia en el país galo, que es socia estratégica del Popular y dispone además de un 5% de sus acciones.

Sin datos tampoco, pero con la misma filosofía, horas antes, a primera hora de la mañana, los encargados del área de recursos humanos en los dos bancos hablaban con los sindicatos mediante videoconferencia para analizar las repercusiones laborales. Los representantes de los trabajadores asumen que los puestos se tocarán, pero creen en la palabra de la dirección, en que no habrá ceses y cancelaciones de contratos.

Por si quedan dudas sobre la "apuesta en firme" por Galicia, Ron recuerda que Arias Mosquera seguirá como presidente de la filial gallega y asumirá la vicepresidencia del grupo. "Ninguna entidad está exenta de talento", contesta a la pregunta sobre el futuro del resto de la cúpula del banco gallego. Sin más detalles. Los dos directivos están "convencidos" de que aprovecharán "la situación del mercado" –una referencia prácticamente expresa a la polémica alrededor de la fusión de cajas y el incierto futuro de NCG Banco– para seguir creciendo en Galicia. Por cierto que los dos desconocen, o por lo menos es lo que dicen públicamente, lo que va a hacer NCG con su participación en el Pastor. De un 5,3%. "La relación es cordial, pero somos competidores", matiza Ron.

El pacto deja de lado una posible fecha de caducidad para el mantenimiento de la marca Pastor en Galicia. "Lo que queremos es que dure siempre", afirma Ron, ante el "reconocimiento muy fuerte del público gallego y un servicio de 230 años". No hay firmado ningún compromiso en ese sentido, de todas formas. "La historia del Popular nos dice que no hay que hacerlo", argumenta, para a continuación poner el ejemplo de fidelidad de la sindicatura de accionistas que reúne un 12% del capital del banco y con el que lo que hay es "solo un pacto de caballeros".

A la espera de resolver la fórmula final que materializará la compra con las mejores "ventajas fiscales y de costes", en principio todo apunta a que una vez concretado el canje de 1,115 acciones del Popular por cada título del Pastor –lo que implica una tasación del banco gallego en 1.347 millones, 0,77 veces el valor de los libros–, y tras los correspondientes permisos, la matriz acometerá la integración para luego crear una filial, con su propia ficha y sede en A Coruña, que llevará el nombre del Pastor.

Mientras Ron y Arias Mosquera mostraban los detalles de su acuerdo, el parqué vivía una auténtica fiesta con los títulos de ambos. El Pastor se convirtió en el rey de la jornada, con un alza del 21,05%, hasta los 3,68 euros por acción, por debajo de los 3,97 euros que recoge la oferta del Popular. El comprador, que empezó la sesión cayendo más de un 1%, cerró finalmente con un incremento del 0,98%.

Los inversores parecían dar así su respaldo a la absorción, frente a las quejas de los analistas y las críticas a que la operación es cara. La "razonabilísima" prima del 31% sobre el precio a la que cerró la cotización del Pastor el viernes –y que se dispara por encima del 56% en el caso de las convertibles que la entidad sacó en abril para ampliar un 20% su capital y que benefició al inversor catalán José Gracia– es, según Ron, el reconocimiento a la toma de control del banco, "algo que en anteriores operaciones no se considera", en referencia a los descuentos agresivos de la salida a Bolsa de Bankia y Banca Cívica.

"Estamos –añade– integrando la entidad mejor posible y, muy importante, rentable". El Popular alaba "la alta capacidad para generar margen de explotación y el tercer mayor margen de interés en el sector" del banco gallego, además "del conocimiento común". La cultura coincidente de la que hablaron también la pasada semana. "Algunas entidades –ironiza Ron– tratarán de alimentar que es una operación cara". Un guiño indisimulado a los otros candidatos a comprar el Pastor y de los que ambos no quieren hablar.

Por eso además el presidente del Popular quiere ser tan tajante con el delicado asunto del papel que jugó el Banco de España en todo el proceso y que algunos medios lo colocan de protagonista principal. "Quiero desmentir absoluta y radicalmente –sostiene su presidente– que es una operación tutelada o provocada". El supervisor, según Ángel Ron, estuvo "informado" y dio "su beneplácito inicial" con la confianza "de que todo se desarrolle sin problemas".

Otra operación

La única discusión sobre la disposición en la que queda el Popular tras la digestión del Pastor para una nueva ronda de fusiones en el sector es sobre si lo que vendrá es una segunda oleada, como dice Arias Mosquera, o se trata realmente de una tercera, en palabras de Ron, tras las impulsadas por el nacimiento del FROB y las que se están dando ahora. "No estamos en situación intelectual de otra operación ahora mismo", dice, con una amplia sonrisa, el presidente del quinto grupo financiero español, totalmente seguro de que la habrá y que para entonces el Popular habrá hecho los deberes. Juntos para multiplicar, anuncia el lema de la operación. "No es muy original –asegura Ron–, pero es que es así".