Decepción y pesimismo. Con estas palabras resumen la decena de economistas, profesores y expertos consultados la valoración de NCG Banco realizada ayer por el Banco de España y la entrada del FROB en la entidad gallega. Eso sí todos destacan la tranquilidad que deben tener los clientes. "Hoy están más seguros que ayer", resume Xavier Vence, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago.

Todos también insisten en la escasa valoración que el Banco de España ha hecho de NCG Banco: 181 millones. "Esta cantidad tan baja te pone en una situación de vulnerabilidad: 181 millones no son nada. Puede llegar Amancio Ortega, comprar el banco y quedarse con el sistema financiero gallego. No deja de ser una locura", explica Javier Amo, docente de Mercados Internacionales de Escuela de Finanzas, consejero de Alpha Plus Gestora y exdirector general de Barclays España.

"Que el precio esté por debajo del valor contable lo que te está diciendo es que hay expectativas de pérdidas futuras", apunta Fernando Ruíz Lamas, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de A Coruña, quien añade que ese precio de mercado está diciendo "ojo, que tienes activos ahí que desde mi punto de vista van a ir perdiendo valor con el paso del tiempo".

"Es una muy mala valoración. La caja vale más. Al arranque del proceso la caja valía mucho más que eso. También coincide en uno de los peores momentos del mercado, en el que todo vale muy poco", reconoce Luciano Rodríguez, economista y profesor de la Universidad de Vigo. "La valoración es una cantidad bastante ridícula para una entidad que tiene activos por más de 75.000 millones. Es una valoración enormemente baja e infravalorada", insiste Xavier Vence.

Expolio es una palabra que han utilizado dos de los expertos para resumir la nueva situación de NCG Banco. "Un poco de expolio es. Ya hacía muchos años que los bancos andaban detrás de las cajas, y aprovechando toda esta crisis tan profunda que hay, el Gobierno sacó el decreto. Además se lo pusieron en bandeja, porque si las cajas estuvieran fuertes no habría ningún problema. Ya ves las cajas vascas, no hay ningún problema", afirma Luciano Rodríguez. Vence es de la misma opinión que el economista. "Nunca pude imaginar que el saldo fuera de tanto calibre. Al final es un auténtico expolio", se queja.

Nadie duda de que la entrada del FROB en NCG Banco es una nacionalización. Hay quien va más allá y habla de rescate. "De momento es una nacionalización, por supuesto. Ahí no hay duda ninguna", resume Luciano Rodríguez. "Decepción y pesimismo son las palabras que resumen mi estado de ánimo. Estoy profundamente decepcionado. Nos hemos quedado en estado de shock. Esto es una nacionalización. Ese 7% es casi testimonial. No es el euro de Unnim, pero casi", explica Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo. Xavier Vence piensa lo mismo. "Es una estatalización completa. La caja queda con una representación del 7% que es marginal y que no le permite determinar en absoluto la estrategia que va a llevar el futuro banco", sentencia.

"Casi se puede hablar de rescate. Lo han llevado muy bien porque, por ejemplo, con CAM sí que llego a haber algo de pánico, mientras con NCG Banco no hay esa percepción entre los clientes", reconoce David Galán, codirector del Posgrado Análisis Bursátil de Escuela de Finanzas y director de Renta Variable de Bolsa General.

La obra social parece que va a ser la gran damnificada, según todos los expertos. Roberto Pereira, decano del colegio de economistas de A Coruña, así lo cree. "Desde NCG se está haciendo un esfuerzo importante para conseguir una cifra superior al 15%, lo cual es muy loable porque nos estamos jugando el futuro de la obra social. Un 10% no es suficiente para tener asegurada su supervivencia pero si hay proximidad al 15% y algunos de los inversores se identifican con el sentir de que la obra social tenga continuidad, entonces NCG contará con la garantía suficiente para desarrollarla", vaticina.

Otros son mucho más pesimistas. "Esta nueva situación va a poner en peligro la obra social y por debajo de un 20-25% no va a tener recursos suficientes para mantener la obra social, su patrimonio artístico y cultural", avanza Juan José Santamaría, decano del Colegio de Economistas de Pontevedra.

"Es un golpe brutal para Galicia. El FROB deja comprar a ese valor pero para ello va a tener que vender la obra social, va a tener que vender sus inmuebles de la obra social. Pero son malos tiempos, porque a quién se los vas a vender. Ese 7% es tanto como decir que tenemos que finiquitar la obra social de la caja", reconoce Venancio Salcines, presidente de la Escuela de Finanzas, doctor en Ciencias Económicas y profesor titular de Mercados Financieros en la Universidade da Coruña. "La obra social de Novacaixagalicia va a quedar reducida a la mínima expresión", sentencia Juan José Santamaría.

Los expertos también piden responsabilidades "a todos los actores que han participado en el proceso". "Si 181 millones son el valor de la caja, Dios mío, ¿qué había ahí? ¿Qué contabilidad teníamos? Porque toda la información que teníamos era otra. Si ese es el valor real con una rebaja de valor en libros del 90%, esa contabilidad ¿qué estaba reflejando? ¿Eso es posible? Tendrán que decir algo los directivos de la caja, los que se han ido y los que están ahí", reclama Santiago Lago. Javier Amo también pide explicaciones. "Deberían dar explicaciones y cómo han llegado a esa cifra. Eso no cuadra con las pruebas de test, cuyos datos los facilitaban las entidades. Ahí no parecía tan dramático. No me cuadran las cifras", insiste.

"Nos deben una explicación por parte de todos los que intervinieron hasta ahora en el proceso empezando por los directivos de la entidad. Si todo lo que pueden entregar vale 181 millones, eso quiere decir que ahí hay algo más que negligencia. Y por supuesto que expliquen todos los demás agentes, empezando por el Banco de España y acabando por la Xunta", solicita Xavier Vence, que insiste en que "es tal el descalabro que recogen estos datos que la sociedad no puede quedarse sin una explicación clara y transparente".

¿Y ahora qué? Esta pregunta también se la hacen los expertos. "Ahora el banco no es propiedad de la administración autonómica ni de la local, sino que es propiedad de la administración nacional. ¿Qué puede pasar? Lo que decida el FROB", afirma Santiago Lago, que reconoce que "el problema es que ahora no tienes ningún control. No tienes ninguna capacidad. Y tampoco Castellano. Y ese es el lío". "Lo relevante es que esa aportación de 700 millones de los inversores que trae Castellano no da la mayoría, no da el control. Supongo que nadie compra para tener una participación minoritaria", apunta Fernando Ruiz.

Pero los hay también que ven la botella medio llena en lugar de medio vacía. "Mi opinión personal es que alguien como Castellano no se mete ahí sino se lo va a quedar. Debe haber algún acuerdo subterráneo", reconoce Javier Amo.