El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, espera que NCG Banco mantenga el apoyo y vinculación con la economía gallega y la obra social que tenía Novacaixagalicia y ayer, en la inauguración del auditorio de NCG Banco en Santiago, aprovechó para lanzar públicamente este mensaje. El presidente autonómico aseguró durante su discurso que recibe el nacimiento de la nueva entidad "con el mismo aplauso que muchos gallegos", aunque, advirtió: "No es un aplauso incondicional, sino expectante".

El presidente afirmó que ni él ni su gobierno ni los gallegos consideran que la galleguidad sea "una cuestión nominal o formal". "Creemos en el galleguismo de los hechos, y en este caso los hechos son la implicación intensa en la economía de nuestro país y una constante atención a la obra social", remarcó en un auditorio pensado para acoger actos de la obra social de Novacaixagalicia que sin embargo entrará a formar parte de los activos de NCG Banco, al haber sido adquiridos con fondos financieros de la caja y no con cargo a los presupuestos de la obra social.

Feijóo no desaprovechó la oportunidad para dejar claro lo que espera del presidente ejecutivo de NCG Banco, José María Castellano, quien en ese momento volaba ya con destino a México para buscar la aportación de empresarios gallegos en la emigración para ayudar a recapitalizar la entidad.

Su elección como presidente ejecutivo y su presencia en el consejo de administración de NCG Banco, dijo, "debe ser una garantía de que estas esperanzas no se verán frustradas". Y es que para el presidente de la Xunta, la comunidad "no tiene que esperar que venga de fuera un compromiso con Galicia", sino que puede "buscarlo, esperarlo y reclamarlo en esta nueva entidad que nos mantiene en el mapa financiero".

Castellano no estaba ayer en Santiago, peri sí acudió a la inauguración del auditorio de Novacaixagalicia en el casco histórico compostelano el consejero delegado de NCG Banco, César González-Bueno, ante quien Feijóo lanzó el mensaje. El de ayer fue el primer acto público en el que coincidieron el número dos del nuevo banco y el presidente de la Xunta.

Las advertencias de Feijóo se producen además 24 horas después de que el diputado coruñés del PPdeG, Pedro Arias en declaraciones a este diario saliese en defensa de José Luis Pego y criticase que NCG Banco prescindiera de él, cuando era quien mejor podría "defender el valor más alto para la caja".

Además Arias reclamaba a Castellano que defienda "los intereses de Galicia" en la negociación con el Banco de España y los inversores para valorar la caja y pactar la entrada del capital privado. El diputado consideraba que el directivo ha recibido "un margen extraordinario de confianza por parte de la propia caja y de Galicia, pues se le ha nombrado presidente ejecutivo sin riesgo económico para él". Por ello, insistía en que debe velar por Galicia, y no solo por los intereses de los fondos que va representar en el banco.

Por su parte, Feijóo defendió la labor de la Xunta en toda el proceso. El Gobierno gallego, añadió Feijóo, "ni quiere ni puede ser un mero espectador" de un proceso de cambios en el sector financiero, ya que, advirtió, "nuestro país se juega tanto como en la etapa de configuración de la España de las autonomías".

"Instancias ajenas"

La Xunta habría cometido "un pecado imperdonable" si hubiera permitido que el futuro financiero de Galicia "se decidiese solo en instancias ajenas", "significaría aceptar que el autogobierno estaba ausente en un trance trascendental para nuestro futuro", añadió.

Por su parte, el copresidente de Novacaixagalicia Mauro Varela apuntó que algún día se habrá de saber el esfuerzo que ha supuesto, dijo, mantener la caja "al servicio" del tejido productivo y la sociedad gallega, al tiempo que citó "meses muy duros" en el "desafío" de que NCG se mantuviese como institución de apoyo a las inversiones, la cultura y la obra social de Galicia.

A la inauguración del auditorio en la capital gallega asistió una nutrida representación de la vida política y social, como el delegado del Gobierno, en Galicia, Miguel Cortizo, el alcalde compostelano, Gerardo Conde Roa, miembros del Gobierno gallego o el arzobispo compostelano, Julián Barrio, que bendijo el local.