El Consejo de Ministros autorizó en su reunión de ayer la encomienda a la sociedad estatal Tragsa del inicio de las obras del parador nacional de turismo de Muxía, con un presupuesto de 25,7 millones de euros. El plazo de ejecución de los trabajos será de 36 meses y se espera que comiencen a principios del próximo mes de septiembre.

Con esta autorización se da el paso definitivo al acuerdo adoptado por el Gobierno central en el pasado mes de mayo cuando se aprobó una inversión conjunta para el establecimiento hostelero de Muxía y de Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara, que también recibió ayer el empuje final.

El compromiso de la construcción del parador de Muxía surgió hace nueve años después del accidente del petrolero Prestige en noviembre del 2002 que asoló toda A Costa da Morte, en especial esta localidad, considerada la zona cero de la catástrofe. Sin embargo, los trámites burocráticos, primero porque todavía no se disponía de los terrenos y después por las diferencias entre todas las administraciones implicadas para hacerse cargo del proyecto, hicieron que se demorase hasta ahora.

El proyecto, del arquitecto Alfonso Penela, fue presentado hace un año en Santiago. El parador contará con noventa habitaciones dobles, varias de ellas suites, spa, piscina exterior, aparcamientos cubiertos, bar, restaurante y amplios jardines. Las instalaciones se ubicarán en las inmediaciones de la playa de Lourido, a escasa distancia de la capital municipal. La parcela en la que se levantará cuenta con una superficie de 128.000 metros cuadrados.

El parador de Muxía será el duodécimo en la red de paradores de España dentro de la comunidad gallega. Desde la Delegación del Gobierno destacan que este tipo de establecimientos "cuentan con un gran prestigio a nivel nacional e internacional, que juega a favor del nuevo parador de Galicia".

El alcalde de Muxía, Félix Porto, se mostró ayer muy satisfecho porque finalmente se cumplió su principal objetivo para este mandato e insistió en que las instalaciones supondrán "un globo de oxígeno para toda la comarca", debido a la importante inyección económica que supondrá en esta zona, especialmente castigada por el paro y la emigración.

El regidor –que sostiene que el apoyo del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, fue fundamental– anunció que las obras comenzarán a principios del próximo mes de septiembre y confía en que se cumplan los plazos establecidos para que en 36 meses estén finalizadas. El 9 de septiembre, coincidiendo con el primer día de las fiestas patronales de la Barca, está prevista la visita del titular de Industria, Miguel Sebastián, al municipio, que participará en el acto de colocación de la primera piedra.