Aunque en el deporte "unas veces se gana y otras se pierde", el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dejó entrever ayer su malestar y su sorpresa por el hecho de que la Federación Española de Tenis optara finalmente por Córdoba, en lugar de Santiago, como sede de la semifinal de la Copa Davis. "¿Que si hubo presiones? Las hubo y con muchísima intensidad", denunció.

De hecho, el jefe del Ejecutivo gallego explicó que "durante algún tiempo Santiago fue la ciudad con más posibilidades" de albergar esta competición, pero recordó que finalmente la elección recayó en Córdoba. "Tengo que mandar una felicitación al alcalde cordobés que además tenía un gran disgusto porque su ayuntamiento no fue elegido como sede de la Capital de la Cultura Europea en 2016, condición que ya ostentó Santiago en el año 2000.

En todo caso, Feijóo aplaudió al alcalde de Santiago, Gerardo Conde Roa, por haber sido capaz de preparar una candidatura a la semifinal de la Copa Davis en solo dos semanas, un evento que, desde el principio, contó con el apoyo de la Xunta. De hecho, la competición tenía previsto celebrarse en el recinto de la Cidade da Cultura.

Aunque Compostela competía con más ciudades para convertirse en sede de la Copa Davis, desde el pasado lunes las opciones que barajaba la Federación Española de Tenis se redujeron a dos: Santiago y Córdoba, las dos gobernadas por alcaldes del PP.

De hecho, la decisión final, que se iba a tomar ya ese lunes, se pospuso finalmente hasta el miércoles, lo que da idea de lo reñidas que estaban las dos candidaturas finalistas.

Aunque Conde Roa nunca llegó a desvelar el coste que supondría organizar en Santiago la semifinal de la Copa Davis para los próximos 16, 17 y 18 de septiembre, se preveía la asistencia de unos 16.000 espectadores a este evento.