La entrega de las Medallas de Galicia no suelen ser actos reivindicativos, pero ayer fue el camino que siguieron los dos galardonados, el investigador en genética Ángel Carracedo y la directora del Instituto da Lingua Galega (ILG), Rosario Álvarez. Ambos reclamaron un mayor gasto en investigación, ya sea en ciencias o en humanidades, y la directora del ILG censuró el abandono de la lengua gallega y demandó la vuelta al consenso lingüístico, algo que se tenía por conseguido hasta la llega del PP a la Xunta con Núñez Feijóo al frente. Como receptores de sus mensajes estaban el Gobierno gallego al completo, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y una amplia representación de la política y de los sectores sociales, empresariales y económicos más destacados de la comunidad, que en esta ocasión fueron convocados en la Cidade da Cultura, escenario donde se concedieron las Medallas de Galicia, el máximo galardón de la comunidad autónoma.

La primera en abrir fuego fue la directora del ILG. Tras alertar sobre la situación de "crisis" en que se encuentra el gallego, "agravada por medidas que provocan una involución del proceso de normalización", reclamó a la Xunta que escuche las voces de los expertos, apueste por medidas de "discriminación positiva" para la lengua gallega y renueve los métodos de enseñanza para conseguir una competencia plena en su dominio. Una enmienda a la totalidad a la política lingüística de la Xunta.

Pero no se quedó ahí. Aseguró el ILG está compuesto por científicos, que son celosos de su independencia y que solo les mueve una "profunda lealtad" por Galicia, por lo que Rosario Álvarez se sintió respaldada para exigir a todos un "gesto de generosidad" que haga posible la "restauración del consenso que presidió la política lingüística" desde la Lei de Normalización hasta el Plan de Normalización. "Estamos profundamente preocupados por la situación del gallego y nos tememos que ante la desafección de algunos sectores sociales y la desatención de las autoridades la crisis se agrave", dijo en su discurso.

Rosario Álvarez requirió, además, más fondos para la investigación en humanidades, demanda que comparte, y extendió a todas las áreas el catedrático de Medicina Legal Ángel Carracedo, puesto que, como destacó, Galicia debe mejorar en este campo. "La vida del investigador no es fácil, pero ahora es más fácil", dijo.

Por ello, conservando el tono reivindicativo, pidió a la Xunta que pese a la crisis mantenga el gasto en investigación, petición que trasladó también a las empresas, porque no todo el I+D debe recaer sobre el gasto público, aseguró.

Sus demandas las dirigió además hacia el Gobierno central, del que aseguró que tiene con Galicia una deuda histórica en cuanto a equipamiento e infraestructuras. "Los gallegos producimos proporcionalmente más de lo que percibimos", soltó Ángel Carracedo, una referencia mundial en investigación genética que a pesar de sus reconocidos méritos, dijo que no se sentía merecedor de recibir la máxima distinción de la comunidad autónoma.