Lo habitual es que la orden de pago de la Consellería de Benestar a las entidades financieras para repartir los fondos ligados a la Ley de dependencia coincida con el arranque del mes. El propio departamento que dirige Beatriz Mato reconoce que no suele pasar del día 6, aunque teóricamente pueda prolongarse hasta las diez primeras jornadas. Este julio el retraso acumula ya dos semanas en las delegaciones de Vigo y A Coruña. "Leve retraso", para la Xunta, que achaca el problema a "una cuestión interna de carácter puntual" y que ha afectado a alrededor de 4.000 familias que reciben una prestación por el cuidado a uno de sus integrantes.

Concretamente, y según Benestar, la orden de pago en el área de Vigo se efectuó el miércoles 13, "es decir, tres días después del plazo habitual". En A Coruña, entre el 10 y el 11. A esos días de diferencia se une ahora el tiempo que la consellería deja en manos de cajas y bancos encargadas de oficializar los ingresos. "Hay que tener en cuenta que después de dar la orden de pago, dependiendo de la entidad bancaria, transcurre un pequeño plazo de tiempo hasta las cuantías se abonan en cada cuenta corriente", añaden fuentes de la Administración gallega. En Ourense y Lugo, los trámites se iniciaron entre el 4 y el 6.

La historia se repite. Algo parecido ya ocurrió con las nóminas de mayo de los funcionarios. En aquel caso fue Facenda, como encargada del área de Función Pública, la que defendió que la transferencia bancaria se había ejecutado el día 29 de abril y que la culpa era de las entidades. El equipo de Marta Fernández Currás habló primero de "varias" cajas y bancos y la advertencia de tomar "las medidas contractuales previstas", aunque luego concentró el problema en una entidad solo y evitó entrar en detalles sobre posibles penalizaciones.

"En todo caso, fuera de este retraso que se debió a una cuestión interna de tramitación de carácter puntual, hay que tener en cuenta que las cuantías devengadas a cada beneficiario así como los cuidados de las personas en situación de dependencia están totalmente garantizados", justifican en Benestar. "Se trata –continúa– de un cuidador no profesional y por lo tanto los cuidados no están vinculados exclusivamente a esta cuantía económica, es decir, no se dejan de prestar".

Lo cierto es que hasta ayer ese grupo de dependientes seguía sin cobrar, una semana después de la orden de cobro en Vigo. "Lo harán los próximos días", confirmaban desde la delegación territorial de la Xunta para la Dependencia. ¿Por qué tanto retraso? "No lo sabemos –aseguraba uno de los funcionarios–, pero no llegaron los fondos desde Santiago".

Roberto, un vecino de Salvaterra con un hijo dependiente, es uno de los afectados. "Yo puedo comer sin necesidad de la ayuda, pero me imagino que hay mucha gente y sobre todo en estos momentos para los que el dinero es fundamental para vivir", critica. A él le llegaron a decir en el servicio que la culpa era "del Gobierno de Madrid, que no pasaba el dinero". "Me pregunto –asegura– si se están tomando todo esto a cachondeo".

Una contestación muy parecida a la que recibió otra mujer, residente en Vigo, que cuida a su madre y que prefiere seguir en el anonimato. "La semana pasada me dijeron que no sabían nada, ahora que está a punto de llegar –dice–. La verdad, no sé qué pensar".

La aplicación de la ley en Galicia no sale de la polémica. Durante la etapa del bipartito, Xunta y Gobierno central se enfrentaban periódicamente por las diferencias en las estadísticas que evidenciaban los largos plazos con los que se tramitaban las solicitudes en Galicia. Un enfrentamiento que hace un par de semanas volvió a darse con el Ejecutivo autonómico actual. La última depuración del censo de dependientes, con el que se distribuyen las transferencias de Moncloa para las prestaciones, eliminó casi 3.500 beneficiarios por su fallecimiento. Benestar asegura que sus datos son otros, que no tiene constancia oficial de las muertes y que seguirá pagando como hasta ahora a más de 33.000 gallegos, frente a los 30.000 que, a efectos oficiales, existen.

El Gobierno central defiende que no existe ningún error en sus cifras, ni tampoco le consta el requerimiento de explicaciones que, según la consellería, se envió al ministerio para buscar una justificación al desfase. Benestar no descarta que las estadísticas oficiales estén bien, pero no cambiará sus pagos hasta verificarlo.