Siguiendo los pasos del ilustrado Baltasar Jaime Martínez Compañón, 224 jóvenes de más de 50 países han recorrido durante las últimas semanas los bosques del río Marañón y el desierto peruano para estudiar la cultura Moche, una aventura única capitaneada por Miguel De la Quadra Salcedo que ayer incluyó una escala en Marín, en donde desembarcaron los chicos tras navegar por el Cantábrico a bordo del buque anfibio "Castilla".

¿Qué le ha parecido la ceremonia castrense?

—Ha sido un acto muy emocionante, sobre todo porque el día de hoy es una fiesta para el alma máter, para esa columna vertebral de las armadas de toda América que es la Armada española, fue su madre. Y aquí nació la Armada peruana, la colombiana, la mexicana, creo que hacemos lo que el Rey quiere, el lucimiento de esa comunidad americana de naciones, y qué mejor sitio que aquí, en Marín.

Está en una escala de la ruta Quetzal 2011

—Si, y de aquí me voy a Lisboa después de venir de Perú. (la ruta continuará posteriormente en la localidad cacereña de Trujillo, donde los expedicionarios conmemorarán el Quinto Centenario del nacimiento Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas y está previsto que finalice el próximo día 20 en Madrid).

¿Cómo ha sido la experiencia de esta edición?

—Creo que ha sido la edición más emocionante de la ruta Quetzal, en gran parte por este punto final en Marín y también por todo lo que hemos hecho en toda América y en Perú.

¿De dónde proceden los participantes?

—De 52 países, son chicos de 16 años de Haití, de todos los países y hasta Marruecos, que en este viaje se han hecho hombres y mujeres, es un viaje iniciático, creo que es la única manera de aprender en esta escuela navegante quiénes son ellos.