La crisis agudiza el ingenio y aumenta la picaresca. Los fraudes en seguros, tanto por parte de particulares como de empresas, se han disparado en Galicia hasta los 6.344 casos el pasado año, un 11 por ciento más que en 2009. Cada día se registran de media unas veinte estafas, lo que ha obligado a las compañías aseguradoras a reforzar sus sistemas de control y crear gabinetes especializados en detectar este tipo de engaños.

Desde declarar daños ajenos al siniestro dentro de un parte de accidentes a fingir una lesión. El fraude afecta a todo tipo de pólizas, desde el automóvil, a los seguros de vida y salud o los de responsabilidad civil general que se suscriben para cubrir daños en viviendas o empresas. En todo caso, el 73 por ciento de las estafas están relacionadas con los siniestros de vehículos: un total de 4.643 el pasado año, según el informe elaborado por Investigacion Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA).

Solo en el sector del automóvil, las compañías calculan pérdidas en España de 780 millones de euros al año, una cifra superior a la facturación anual de la gran mayoría de aseguradoras de autos del país.

Los partes fraudulentos de accidentes con el coche, sin embargo, no son los que más se han incrementado –solo hubo un 4 por ciento más que el año anterior–. Donde más crecieron las estafas a las compañías aseguradoras ha sido en las pólizas de vida y salud, que prácticamente se han duplicado. De los 169 casos detectados en 2009 se pasó de golpe 297 el pasado año.

Pero también las empresas, sobre todo las pymes, los comercios, así como los propietarios de viviendas intentan defraudar cada vez más sus compañías aseguradoras intentando cobrar pólizas por daños en sus negocios de forma fraudulenta. Solo en 2010 se contabilizaron 1.376 casos, un 33 por ciento más que el año anterior.

Las provincias atlánticas concentran casi la totalidad de las estafas a compañías aseguradoras. Según el estudio realizado por ICEA, Pontevedra está a la cabeza en Galicia, con 2.720 delitos de este tipo, y le sigue A Coruña, con 2.449.

Sin embargo, aunque las provincias del interior registran menos fraudes, en un año el incremento de casos ha sido importante. En Lugo crecieron estas estafas un 16,7 por ciento hasta los 703 partes fraudulentos y en Ourense los engaños a compañías aseguradoras se dispararon un 28,9 por ciento hasta situarse en 472 casos.

De hecho, el aumento de estos delitos en estas dos provincias se ha situado por encima de la media estatal de 16 por ciento.

Según los estudios de las aseguradoras, los colectivos que más defraudan son también los más afectados por la crisis. Así, el 38,5 por ciento de las estafas en las pólizas del automóvil las llevan a cabo jóvenes menores de 26 años, seguidos de las pymes, con el 28 por ciento de los casos.

Sin embargo, lo que más preocupa a las compañías aseguradoras es el fraude organizado, puesto que, aunque son pocos los casos detectados, la cantidad que defraudan es mayor.

Las pérdidas que ocasionan, sumadas al momento de crisis económica, ha obligado a las empresas aseguradoras a diseñar sofisticados sistemas de detección del fraude, han creado departamentos específicos para reducir su impacto y contratan incluso a detectives privados para que los ayuden en sus investigaciones.