Novacaixagalicia ha decidido pisar el acelerador en el proceso de integración y especialmente en la reorganización de su red comercial. Las 300 sucursales que el protocolo de fusión preveía cerrar en dos años habrán desaparecido antes del fin de octubre y ayer la dirección de la entidad anunció a sus trabajadores a cuántas y a cuáles les tocará el turno durante la cuarta y última fase del proceso. Entre septiembre y octubre la caja gallega finiquitará 75 oficinas, 60 de ellas en Galicia y la mayoría —algo más de la mitad— en la provincia de Pontevedra. La reorganización afectará sin embargo a 150 despachos, dado que todas las que echan el cierre lo hacen por solapamiento, porque tienen otra próxima, que asumirá las cuentas y clientes de las que bajen la persiana. El reparto entre cajas es sin embargo bastante paritario; clausuran 38 de Caixanova por 37 de Caixa Galicia.

Novacaixagalicia ha ido informando del proceso a cuentagotas, con lo que muchos de los empleados que tendrán que cambiar de lugar de trabajo se enteraron ayer.

A Coruña perderá seis oficinas, cinco de ellas pertenecientes a la antigua Caixanova, localizadas en General Sanjurjo 173; Monelos, Ronda de Outeiro, 139, Juan Flórez 68, Novoa Santos y la localizada en O Ventorrillo. Las caixanova de Perillo y Betanzos también se verán afectadas, con lo unidas a las de Santiago y Ferrolterra, la provincia de A Coruña tendrá al finalizar octubre 13 sucursales bancarias menos.

Previsiones

La caja prevé concluir la tercera fase del proceso durante la semana que viene, cuando habrá cumplido el 74% de su plan

Y es que esta cuarta fase de reorganización de la red comercial afecta sobre todo a las provincias del sur. La caja cierra en Pontevedra 32 de sus sucursales, 14 de ellas en Vigo –la ciudad que más bajas concentra–, otras cinco en Pontevedra ciudad y una en cada uno de los siguientes municipios: Redondela, Moaña, Baiona, O Porriño, Mondariz, Marín, Lalín, Poio, A Illa de Arousa, O Grove, Sanxenxo, Vila de Cruces. En Ourense echarán el candado otras 10 sucursales y una en Allariz, Viana do Bolo y Barbadás. Lugo sólo dirá esta vez adiós a las sucursales de Caixanova de la avenida de A Coruña, 86 y la de Caixa Galicia de Nadela.

Además de los cierres programados en Galicia, otras quince oficinas de la caja que echarán la persiana antes del inicio del invierno en el resto de España; cuatro en Madrid —tres de Caixanova y una de Caixa Galicia— y las restantes nueve en Pamplona, Santander, Burgos, Oviedo,Sevilla, Castellón, Valencia, Murcia y Las Palmas.

Tal y como la dirección de Novacaixagalicia expuso en la asamblea del jueves en A Coruña, la entidad ha cerrado 213 sucursales desde que arrancó el proceso, el 14 de enero, y a lo largo de la próxima semana concluirá la tercera fase iniciada en mayo pasado, hasta llegar a las 224, con lo que la caja habrá cumplido el 74% del plan de integración. Novacaixagalicia espera con este plan reducir sus gastos de explotación –los propios del negocio financiero– en 7,9 millones de euros, aún a pesar de que acumule una vez cerrado el proceso unos 300 bajos comerciales. El plan de reestructuración de la red comercial arrancó entre enero y abril con 92 cierres, 34 de ellos en la provincia de Ourense, continuó en mayo con otras 55 y adelantó al mes de junio otras 71, ya con la pretensión de reducir el proceso inicialmente previsto para dos años a 2011. Ahora vuelve a adelantar el proceso para concluir en octubre.