Patrullas compuestas por tres militares vigilarán durante este verano los montes gallegos, en virtud de un convenio firmado entre la Consellería de Medio Rural y el Ministerio de Defensa. Aunque esta colaboración se repite cada estío desde hace cinco años, esta vez el programa de colaboración incluye una novedad: "concentrar los esfuerzos disuasorios" en seis zonas concretas de la comunidad donde la "experiencia" indica que la actividad incendiaria es más elevada, tal y como destacó el titular de Medio Rural, Samuel Juárez. En total, serán 23 las patrullas que se desplegarán en épocas de riesgo medio, que se duplicarán a 50 cuando sea alto y a 75 si es muy alto.

El conselleiro aprovechó la firma pública del convenio para insistir, esta vez con porcentajes, en que "tres de cada cuatro incendios" en Galicia son provocados. El que no parece haber sido intencionado, a juzgar por la propia consellería, que afirma que "todo apunta a que fue provocado por una tormenta seca", es el que afectó durante más de 40 horas a Ribeira de Piquín (Lugo), que ayer pudo ser "controlado" –aunque no totalmente extinguido– tras calcinar 140 hectáreas, 100 de ellas de superficie arbolada. En su extinción colaboró la Unidad Militar de Emergencias.

Precisamente ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, recordó que la Unidad Militar de Emergencia ha actuado en la extinción de fuegos a petición de la Xunta y subrayó que el Ejecutivo central tiene todos sus recursos "desplegados" –tanto la Guardia Civil como la policía– "a pleno rendimiento".

Aunque no quiso "entrar en polémicas", tras inaugurar los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo en Vigo, subrayó su convicción de que todas las Administraciones "deberían poner en marcha sus medios de lucha contra los incendios".