El ligero descenso de temperaturas que se registró ayer por la tarde ofreció una ligera tregua a Galicia tras un fin de semana en el que se registraron, según el conselleiro de Medio Rural, dos centenares de incendios. No obstante, los termómetros no bajaron tanto como para ayudar a contener los focos de A Cañiza (Pontevedra) y Boiro (A Coruña), dos localidades que, a última hora de ayer, se repartían más de 200 hectáreas calcinadas cada una, según la Xunta. En su último parte, el departamento dirigido por Samuel Juárez daba el incendio de Boiro por "estabilizado" –es decir, su perímetro no se iba a ampliar– y el de A Cañiza por "controlado".

Además del de A Cañiza, fue extinguido un foco en San Amaro y otro en Amoeiro (Ourense) –este tras consumir 12 hectáreas–, otro en Pontedeume (A Coruña), que arrasó con unas 20, y un foco registrado cerca de un aserradero en la parroquia de Camos (Nigrán), al que acudieron los bomberos de Vigo, además de efectivos de las fuerzas de seguridad.

Pero fue el fuego registrado en A Cañiza el que requirió más medios. Según Medio Rural, para dominar el fuego de la parroquia de Valeixe –que se inició el domingo a la tarde y se controló ayer al mediodía– hubo que recurrir a 8 brigadas, 4 motobombas, 2 palas, 4 helicópteros, un técnico, 8 agentes forestales y 7 aviones, además de a la UME.

Aun así, las llamas en la comunidad no se extinguieron. A última hora seguía activo un fuego en Ribeira de Piquín (Lugo), donde a lo largo del día se habían calcinado ya más de 80 hectáreas. El alcalde de la localidad, Sabino Díaz, que sugirió que su origen podría ser un rayo, alertó de que el fuego parecía "descontrolado", amenazando ya al municipio de A Fonsagrada y a una zona de Red Natura. Medio Rural explicó que la orografía del terreno solo permitió el acceso de medios aéreos.

El titular de Medio Rural señaló ayer que, en general, estos incendios "son un problema de orden público" y en su "mayor parte", "intencionados" e insistió en que no se debe "alimentar ningún tipo de economías del fuego", en alusión a que "no se puede entrar en una dinámica en la cual las contrataciones que se hacen en los medios y personal de extinción funcione como una respuesta a la realidad cotidiana de los fuegos".

No lo ve así el secretario xeral de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez, quien "rechazó" la sugerencia de Juárez y achacó los fuegos a la "absoluta irresponsabilidad" de la Xunta, manifestada, dijo, en "dos años de abandono" de la política forestal y en la "reducción de 28 millones de euros en prevención". Además, pidió el inicio "urgente" del operativo especial y al respecto destacó la "paradoja" que vivió Galicia durante el fin de semana, cuando estuvo, dijo, "defendida" del fuego por las medidas "excepcionales" del Estado.

En ese sentido, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que el Gobierno central mantendrá el gasto en prevención y extinción de incendios, a los que destinará dijo, más de 8.000 efectivos –de ellos 5.000 policías y guardiaciviles– y 3.000 soldados que desplegarán por toda España.