Unos 300 feligreses de cuatro parroquias del municipio de Piñor (Ourense) dieron ayer plantón al vicario general de la diócesis, José Estévez, al negarse a entrar en sus respectivas iglesias para exigir que sea restituido en su puesto el párroco titular, Antonio Fernández Blanco, suspendido por el Obispado al salir elegido concejal del PSOE por el Concello de A Gudiña el 22 de mayo. Los vecinos concentrados le comunicaron al vicario general que no entrarán más en sus respectivas iglesias hasta que regrese el sacerdote, quien precisamente la semana pasada presentó su renuncia como concejal para poder continuar desempeñando su función pastoral.

José Estévez, que de forma infructuosa fue visitando a lo largo de toda la mañana las cuatro iglesias acompañado por el cura de Entrimo, para que oficiara las eucaristías, argumentó ante los vecinos en tono muy conciliador que no estaba al tanto de que Antonio Fernández hubiese renunciado a su puesto en el Consistorio de A Gudiña, tras ser amonestado por el Obispado, una respuesta que irritó profundamente a muchos feligreses, que lo acusan de "mentir como un bellaco".

El respaldo al cura es tan firme y sin fisuras entre los parroquianos, que los padres de un niño optaron por aplazar su bautizo hasta que regrese a la parroquia don Antonio, a pesar de que tanto el vicario general de la diócesis como el cura de Entrimo se ofrecieron a oficiar la ceremonia. En cambio, sí que celebraron con sus familiares el banquete que habían programado.

Los vecinos, a través de Modesto Gómez, que ejerció de portavoz, reprocharon al vicario que la Iglesia tuviera "dos varas de medir" para la resolución de este tipo de casos, al permitir "sin ningún tipo de rubor" que el fallecido Felisindo Rodríguez hiciera campaña de forma permanente para el PP en Tamaguelos, Mourazos y Tamagos.También defendieron que el cura nunca usó el púlpito para la política.