Una manifestación de esclavos en Lugo y otra en procesión fúnebre con sus plañideras tras el féretro del euro en Compostela han convocado hoy en Galicia a miles de personas "indignadas" para expresar pacíficamente y sin incidentes su oposición al pacto del euro.

Organizados por el Movimiento 15-M, los "indignados" gallegos protestaron contra el "plan de recortes" en políticas económicas y sociales de este pacto europeo que incluye objetivos anuales individuales que cada país presentará a sus socios cada mes de abril y que este año se aprobarán en la cumbre del próximo jueves y viernes en Bruselas.

Por ello, los bancos y los gobiernos recibieron la mayor parte de los reproches por su gestión de la crisis económica en las manifestaciones de las principales ciudades gallegas, con la de Vigo como una de las más multitudinarias al concentrar a unas 5.000 personas, según la policía, que marcharon desde la Plaza de España al parque de Castrelos.

En Lugo, unas mil personas se sumaron a la "manifestación de esclavos" que recorrió buena parte del casco histórico de la ciudad en plena celebración del Arde Lucus y con las calles abarrotadas de gente que a esa hora disfrutaba de la fiesta.

Los "esclavos" que encabezaron la manifestación, ataviados con ropas que ellos mismos confeccionaron con sacos de café, portaban una pancarta en la que se podía leer "Ya no es tiempo de esclavitud", mientras que otros manifestantes enseñaban carteles con consignas como "Banqueros a la cárcel".

La protesta partió a las siete de la tarde de la Praza de Campo Castelo y, antes de iniciar su marcha, uno de los miembros del movimiento 15-M invitó a los participantes a gritar y a manifestar su descontento pero de "forma pacífica", porque recordó que la violencia no tiene cabida en este movimiento.

En Compostela, los "indignados" encabezaron su protesta con una gran pancarta con el lema "Europa para el pueblo y no para el mercado", que siguieron diez mil personas, según la organización, y unas dos mil, según la policía, tras un coche fúnebre que portaba el ataúd del euro al que lloraba un grupo de plañideras lamentando: "Nos lo mataron, con lo bueno que era".

No obstante, la manifestación recorrió las calles de la ciudad desde la Alameda hasta el Obradoiro entre cánticos y muiñeiras, una sentada con las manos en alto para evidenciar que esas son sus "armas" y una carrera de caballos simulada con palmas.

Durante el recorrido, animaban a turistas y residentes a sumarse a la marcha con consignas como "Lo llaman democracia y no lo es", "Poco pan para tanto chorizo", "Basta ya de tanto recorte", "Manos arriba, esto es un atraco" o "Botín el que no bote".

En A Coruña más de 4.000 personas, según fuentes de la Policía Local, recorrieron el centro de la ciudad sin que hasta el momento se haya registrado ningún tipo de incidente.

Los miles de manifestantes avanzaron a lo largo de la ciudad entre consignas críticas contra los partidos políticos -"Que no, que no, que no nos representan"- y el sistema capitalista, así como proclamas contra el pacto del euro.

En Ourense, más de quinientas personas, cerca de setecientas al final del recorrido, secundaron la movilización que partió de la Plaza Mayor en dirección a la Subdelegación de Gobierno.

En esta manifestación también hubo alusiones a las políticas de contratación de la Diputación de Ourense, con carteles que decían "Con tanto cacique la Diputación parece un botellón"; y se pudo ver a numerosos estudiantes, algunos de ellos del IES Portovello, actualmente en conflicto por el cierre del centro.