El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, defendió ayer el ritmo "relativamente pausado" de la reestructuración de las cajas de ahorro porque se trata de una transformación "profunda y duradera" del sector, aunque de momento se cumplen los plazos previstos.

Haber priorizado las iniciativas privadas en este proceso consume "inevitablemente" más tiempo que las nacionalizaciones, pero a medio y largo plazo "debería mostrar importantes ventajas" tanto en términos de costes para los contribuyentes, como de "solidez y perdurabilidad" de los proyectos, argumentó. Ordóñez explicó que si las entidades no logran garantizar su viabilidad a través de sus planes, serán asignadas a otras "a través de procedimientos competitivos".

El responsable del Banco de España despejó también las dudas sobre el sistema financiero e indicó que las exigencias de capital, marcadas a través de un decreto en febrero, resultan "suficientes" para blindar la solidez del sistema español. En caso de que existiesen más necesidades de capital que el mercado no pudiese cubrir, prosiguió, el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) aportaría fondos adicionales.