"El proceso es mucho más duro, se endurecen demasiado los requisitos para opositar a docente". La propuesta del Ministerio de Educación de cambiar el actual sistema de oposiciones para ser profesor, materializada en un borrador de real decreto que será negociado en los próximos meses con los sindicatos, ha provocado una "gran sorpresa" entre las academias gallegas que se dedican a preparar opositores para hacerse con una plaza en la educación pública.

El Gobierno plantea dividir los exámenes en dos partes, en lugar de realizarse las tres pruebas de modo consecutivo (eliminatorias tanto en el actual como en el modelo propuesto). En la primera fase se celebrarían los dos primeros exámenes y, tras aprobarlos, el candidato a profesor tendría que demostrar sus "habilidades docentes" durante un año obligatorio de prácticas en un colegio. Si cuenta con el visto bueno del tutor, con el certificado de "Apto", se sometería al tercer y último examen: "la defensa oral de la memoria".

Con este cambio, el proceso de oposición se prolongaría tres años, casi el triple de lo que tarda en la actualidad un candidato a profesor en prepararse para un proceso selectivo de esta magnitud, tal y como explica la Academia Cesuga. "Más requisitos y todo se vuelve más duro. Antes, una vez terminada la carrera, el candidato podía preparar la oposición prácticamente en un año. El CAP duraba tres meses y además podía compatibilizarse con la academia. Al curso siguiente de diplomarse o licenciarse, el candidato ya podía acudir a la oposición", explican fuentes de Cesuga.

Con el nuevo sistema que describe el Gobierno en el borrador el tiempo de preparación se prolonga. "Una vez terminada la carrera, el candidato ha de someterse al máster que sustituye al tradicional CAP, que es de un año y no permite compatibilizar horarios con la academia. Pasado el máster, un año, por lo menos, de academia. Luego empezaría el proceso de oposición, en el que habría que añadir el curso de prácticas. Aprobando todo a la primera, que no es fácil, serían como mínimo tres años para optar a una plaza de docente", añaden las mismas fuentes. Cesuga y Cefiasa coinciden en que el texto es demasiado ambiguo, "no concreta cómo serán las pruebas". La mayor incertidumbre, según las academias, radica en el segundo examen. "El borrador habla de un ´supuesto práctico, entre tres propuestos por el Tribunal´, y en esta descripción cabe cualquier cosa", argumentan. Para Cefiasa, "parece lógico que el examen de la programación anual se realice tras un año de prácticas, pero hay mucho que perfilar, esto es solo un esqueleto". Según la delegación viguesa de esta academia, el periodo transitorio del actual sistema acaba en 2011. "Urge sacar un nuevo modelo. El problema es que no habrá convocatoria antes de marzo o abril, dos meses antes de los exámenes. Y sin normativa, desconocemos cómo serán las pruebas y lo que se le exigirá a los candidatos", concluye.