En 2007 la inversión de las empresas gallegas en I+D alcanzaba un máximo histórico, con el mayor esfuerzo en la última década del sector privado en innovar y ganar así competitividad. Por primera vez, el porcentaje de gasto en I+D del sector privado en Galicia, la gran asignatura pendiente, superaba al público, con un 55,4% del total. Ese año, que supuso un punto de inflexión, las empresas gallegas destinaron 308 millones de euros a innovar. Alcanzado ese récord, el pico en las estadísticas se quedó ahí, y la curva que crecía desde 1995 cambió de dirección e inició de nuevo un descenso, coincidiendo con al aterrizaje de la crisis económica. Las empresas empezaron a reducir su aportación a actividades de investigación, renunciando a un terreno cuya conquista iba tomando forma, y en dos años la inversión cayó un 25%, hasta los 232,6 millones en 2009.

Galicia lidera, junto a Murcia y Baleares, la caída en el esfuerzo empresarial en investigación, según las estadísticas del Informe 2011 elaborado por la Fundación Cotec, que estudia desde 1996 la evolución de la I+D en España. Las empresas murcianas, que también habían logrado en 2007 liderar la inversión en su comunidad con un 51% del total, recortaron esta participación un 26% en 2009, quedándose en los 93,5 millones. La caída también es significativa en Baleares, con un 25,5% menos de inversión, y en La Rioja (-22,3%). Les siguen Castilla y León (con un descenso del 9%) y Andalucía, cuyo sector empresarial solo supone un 31,9% de la inversión total en I+D y en los dos últimos años el recorte del gasto privado fue de un 8,2%.

El bloqueo del capítulo de gasto en I+D en las empresas en época de recesión ha sido generalizado. Aunque en menor medida, las empresas de Extremadura y Asturias también han frenado la tendencia a innovar iniciada en 2000.

El complicado arranque

Castilla-La Mancha, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra y País Vasco han logrado, sin embargo, mantener el tipo, con ligeros incrementos del peso del sector empresarial. La caída en Galicia es muy superior a la disminución en otras comunidades. En el conjunto del Estado, la inversión del sector empresarial creció levemente, un 1,6%, pasando de 7.471,5 millones de euros a 7.597. No obstante, el peso del gasto en I+D del sector privado con respecto al público bajó de un 56% en 2007 al 52% en 2009. Las gallegas perdieron mayor terreno en un asunto clave para la competitividad: la innovación y el valor añadido a sus productos.

¿Qué ocurre con la investigación empresarial, que cuando empezaba a arrancar vuelve a frenarse? "Nuestro sistema de innovación, pese a su notable crecimiento, no ha logrado aún el tamaño suficiente para ser motor de la competitividad", expresa el presidente de la Fundación Cotec, José Ángel Sánchez, que añade como trabas para progresar "el sistema educativo y la pobre cultura emprendedora".

Los expertos que elaboran el panel Cotec, insisten en que el gasto en I+D empresarial "es el principal indicador de la actitud innovadora de un país". "Este indicador ha caído en España por primera vez en 2009, en un nada despreciable 6,3%. Además, el total de empresas que hacen I+D diminuye (un 9,6%) pero intentan mantener su actividad, reteniendo a sus investigadores. No es nada tranquilizador que las empresas que seguramente iniciaban una etapa de consolidación, las que emplean entre 10 y 49 trabajadores, sean las más vulnerables", expresan los especialistas de la Fundación Cotec.

Curiosamente, las empresas con menos de diez empleados en plantilla son las que mejor aguantan el embiste. Otros handicaps para el despegue: "la demanda nacional no actúa suficientemente como elemento tractor de la innovación, la debilidad del mercado interno o la escasa cultura de colaboración de las empresas entre sí".