Democracia Real Ya no tiene nombres ni apellidos ni filiaciones políticas, aunque entre las adhesiones al movimiento figuren cientos de siglas de organizaciones de toda condición. Pero alguien tiene que ejercer de portavoz, y, aunque hasta para eso se turnan, fue Fabio Gándara el que dio la mayoría de las explicaciones. Porque, a pesar de que la modestia le hace reiterar que Democracia Real Ya es una organización que no tiene líderes, fue él quien tuvo la idea de crear un grupo en facebook para coordinar todos los movimientos sociales de insatisfechos que estuvieron gestándose en la red durante los últimos meses.

Fabio, un santiagués de 26 años, licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, además de dominar cuatro idiomas, está en paro tras haber trabajado durante dos años en el prestigioso bufete Cuatrecasas. En eso se parece a muchos jóvenes españoles que claman en las plazas su indignación. En el plano personal su aspiración es similar a la de cualquiera: preparar oposiciones para convertirse en administrador del Estado, pero Fabio aspira a algo más, un objetivo que el tacha de "ambicioso" y que hay que alcanzar sin prisas, "paso a paso", "cambio a cambio", una democracia más participativa en la que los políticos tengan en cuenta los intereses de los ciudadanos sobre los de las grandes empresas o bancos.

Fabio, la cara más visible del 15-M no está afiliado a ningún partido, pero el 21 de mayo fue a votar. No obstante, rechaza que toda la participación ciudadana en la vida política de un país pueda resumirse en un gesto que solo se reproduce cada cuatro años. Para Fabio Gándara, compostelano por nacimiento, pero un habitante más de Madrid por imperativos educativos desde que cumplió la mayoría de edad legal –también para votar–, la democracia es algo más. Y no es el único que piensa lo mismo. El pasado 15 de mayo, la plataforma Democracia Real Ya, cuyo germen surgió de un grupo de facebook que él mismo creó, se hizo un hueco en la historia política del país al lograr concentrar en sesenta localidades españolas alrededor de 150.000 personas que hasta el momento también sostenían con resignación y en equilibro un vaso lleno a rebosar de motivos para estar "indignados".

Y es que Fabio Gándara, el joven que tira a la basura el estereotipo "ni-ni" con el que algunos se empeñaron en reducir a la juventud española, también está convencido de que el 15-M no ha sido el resultado de una chispa que hace saltar un polvorín, sino más bien la culminación de un proceso "acumulativo de descontento y de rabia latente". "La gente creía que ir a la universidad, formarse, saber idiomas, hacer másteres, iba a ser una puerta para un buen puesto de trabajo, interesante y bien remunerado, pero poco a poco te das de bruces con la realidad e incluso mucha formación no es suficiente para lograr un puesto en algo que no sea completamente precario y temporal. Es frustrante y desilusionante", lamenta. Eso motivó que "mucha gente se pusiera a reflexionar y a pensar que había que hacer algo", añade.

La juventud lo hizo. Pero, ¿por qué? Según Fabio, "aunque los problemas de la sociedad española nos afectan a todos, la gente joven tiene un poco el deber de ser revulsivo de la sociedad y tiene que ser la que tome un poco la iniciativa en estas cuestiones de reivindicar derechos y protestar. Además somos el colectivo más perjudicado por el paro", argumenta.

La mayoría de estas reflexiones, hasta ahora, se quedaba en esas típicas conversaciones entre amigos que creen poder cambiar el mundo ante una taza de café. Lo que marcó la diferencia fue dar un paso más. Según Fabio, eso ocurrió hace unos cuatro meses. Entonces creó la página "Plataforma de coordinación de grupos pro movilización ciudadana" en facebook. "Varios amigos hablábamos del tema todo el tiempo y llegamos a la conclusión de que había que hacer algo. Existían redes sociales y había gente que se estaba moviendo por distintos grupos, que estaba debatiendo sobre el sistema, pero faltaba un nexo en común y simplemente intenté hacer eso a ver qué pasa. Solo fue un intento para ver en qué derivaba", relata.

Espíritu reformista

En lo que derivó puede verse casi en cualquier ciudad, pero Fabio insiste en explicarlo. "Somos reformistas, pero de un reformismo ambicioso. Hay una minoría que quiere hacer los cambios muy rápido y todos pensamos que ahora mismo cambiar el sistema de la noche a la mañana es imposible". Por ello defiende que hay que "ser ambiciosos, pero paso a paso, asunto por asunto, cambio a cambio. No podemos echar todo abajo de repente. Nosotros queremos señalar problemas concretos y cambios concretos", enfatiza.

Al margen de su filosofía, las redes sociales, que jugaron un papel tan importante en las revueltas árabes, en España también tuvieron mucho que ver en el éxito del movimiento. En todo caso, Fabio Gándara es cauto al respecto. "Sí, tuvieron que ver, pero son instrumentos. Claro que son esenciales porque hoy en día permiten organizar desde la base a los ciudadanos sin tener nexos en común en lugares distintos. En ese sentido son fundamentales, sobre todo en el inicio, pero no pueden ser lo único que se haga. Después también fue necesario salir a la calle y trasladar el trabajo ahí", explica.

Y a la calle salieron. Aunque siempre que se le pregunta, Fabio mira hacia el mapa de Europa para buscar su inspiración –Francia, Portugal, Islandia–, el principio supremo de Democracia Real Ya queda más bien en la India, un país que logró su independencia gracias a un hombre, Gandhi, y a una filosofía, la no violencia activa, que es la base de las movilizaciones sociales, tanto de este colectivo, como de las acampadas espontáneas que surgieron después y a las que la plataforma apoya, aunque no dependan de su voluntad. "Se pueden ver las cosas igual de claras y mantener las posiciones igual de firmes de un modo completamente pacífico", afirma, para completar: "El movimiento civil es el que puede ser más activo, ganar más apoyo, tener más efectividad".

De hecho, ahora Democracia Real Ya está siendo testigo de cómo España exporta este modelo al exterior. "Una de las ideas era intentar coordinarse con otros países porque era importante emprender acciones conjuntas a nivel internacional, pero ahora mismo se están produciendo de forma espontánea", confirma. "El modelo de revolución ciudadana aquí es pacífico y es lógico que la gente se fije en este modelo porque el comportamiento de la gente en España es bastante ejemplar", enfatiza.

La palabra, el mejor arma

Por eso mismo, Fabio, en nombre de Democracia Real Ya, condena la "brutalidad policial" con la que los Mossos d´Esquadra desalojaron el viernes la acampada de Barcelona. "Estamos en contra de que se recurra a actuaciones directas de la fuerza policial. Condenamos la brutalidad policial y nos solidarizamos desde la plataforma". Aunque está convencido de que el remedio será peor que la enfermedad y que muchas más personas saldrán a la calle a protestar –"Barcelona va a tener un efecto contagio y provocar una reacción mayor"–, Fabio defiende que existe un arma más potente que la fuerza: la palabra. Su valor ya ha quedado demostrado en la capacidad de convocatoria del movimiento, e invita a los alcaldes a "iniciar un diálogo" con los acampados. "En esas acampadas hay gente de todo tipo y edad, y recordamos a los responsables políticos que respete a los ciudadanos", avisa.

Hablando de cargos públicos, Gándara no cree que Democracia Real Ya fuera "determinante" en las votaciones del 22-M porque, alega, "tampoco se pretendió incidir en los resultados electorales". En todo caso, este movimiento –que, insiste, "no se ha planteado nunca como partido, sino como un foro de movilización y crítica"– "va más allá de las municipales" porque "sigue habiendo una gran parte de la población que mantiene ciertas exigencias y es necesario darle voz al margen".

Ante el comentario realizado por gente del PSOE que considera a Fabio como alguien "muy bueno", con madera de líder, al que "hay que seguirle la pista", él reacciona con modestia, pero se muestra "encantado". En todo caso, lo que tiene muy claro ahora es que la política, esa que se dirime entre partidos, no es lo suyo. "En este momento no me planteo liderar ningún partido. Lo importante es seguir trabajando con este movimiento y con los problemas que tiene la gente", explica.

En el futuro de ese movimiento, y de las acampadas que se reproducen en España, está Gándara. En estos momentos, por ejemplo, multitud de organizaciones lanzan sus propuestas a través de la red en nombre de Democracia Real Ya y ellos se ven obligados a aclarar que no surgen de la plataforma, aunque no las critiquen. "Es imposible controlar todas las iniciativas que surgen. Nuestras propuestas aparecen en los canales oficiales, nuestra web, nuestro facebook y nuestro twitter, y no hacemos otras porque queremos hacer propuestas más evolucionadas y consensuadas", aclara.

Por ello, el próximo objetivo es trabajar en un documento de "síntesis de consenso" junto a las asambleas de las acampadas, que "tienen fecha de caducidad", pero no así la "denuncia de los problemas que existen". No les resultará difícil, porque ya han logrado poner de acuerdo a estudiantes, parados, hippies, ecologistas, amas de casa, vecinos... "Todos ellos están indignados con la clase política porque no sabe defender los intereses de los ciudadanos, sino que vive supeditada a los intereses económicos externos. Necesitamos más democracia", proclama, y recuerda uno de los lemas principales: "No somos mercancía en manos de políticos y banqueros". Al margen de que David derrote o no a Goliat, a Fabio le gustaría que se recordase el 15-M y todo lo que vino después como "un punto de inflexión en el que la ciudadanía española de forma pacífica fue capaz de organizarse y protestar sin la intervención de partidos ni sindicatos, simplemente autoorganizándose".